Los daños de López Obrador a Morena

Qué tremendo daño le ha hecho Andrés Manuel López Obrador a MORENA en particular, pero a la izquierda mexicana en general. Él con sus silencios, con su información sesgada, con su discurso de conmigo o contra mí, contribuye a la caricaturización venenosa de las izquierdas. Conozco a mucha, muchísima, gente que abonaría de diferentes formas a un proyecto político alternativo a la eternización del PRI en el poder y a las ideas derechistas del PAN. Ni hablar de la corrupción que ambos han demostrado. Yo mismo quiero algo distinto. Pero no, no quiero a alguien que me diga que hay un partido entero a su disposición, que no habrá una elección interna para definir al candidato presidencial, que me dé atole con el dedo hablándome de una encuesta para elegir al candidato de la CDMX, pero no me deje saber cómo y quién la hizo, qué preguntaron, cuáles fueron los números concretos que arrojó. Pregunto con honestidad: ¿a ustedes los simpatizantes de MORENA, no les gustaría saber todo eso? ¿No quisieran que fuera su partido quien diera lecciones de la transparencia que tanto reclama? (Asunto con el que, por supuesto estoy de acuerdo). Estoy defraudado por esa “izquierda” que enarbola Andrés Manuel y que está –independientemente de su discurso ambiguo– de facto en contra del matrimonio igualitario y del derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo. Asuntos con un anclaje claramente religioso. ¿Qué AMLO no se dice juarista? Estoy defraudado porque no condena las acciones de Nicolás Maduro. Estoy defraudado porque quisiera ver a López Obrador oponerse con coherencia a las divisiones del PRD. Hace unos días, hablando de la turbia elección de Claudia Sheinbaum, alguien en Twitter me dijo –palabra más, palabra menos– que a veces había que priorizar los fines antes que los medios. No estoy de acuerdo. ¿Por qué debemos confiar en los fines de alguien que no respeta los procedimientos? Qué triste. Cuán lamentable es. Dado el evidente hartazgo de la población, MORENA tenía –tiene quizá– una oportunidad de oro frente los partidos de siempre. Pero para eso, debería hacer un cambio radical de su concepción. Si MORENA pudiera recitar un proyecto político contundente, quizá caería en la cuenta de que eso requiere un plan de nación… y no sólo planear un candidato. México vive una crisis de liderazgo que lo llevará a enfrentar tiempos difíciles. Así de serio. Así de sencillo. Ojo con esto: Hablando de caricaturas en la izquierda. El INE declaró improcedente la reelección de los dirigentes de los partidos políticos. Alberto Anaya (70) al frente del PT desde hace 27 años, se dijo inconforme. Nadie lo hubiera imaginado. asidesencillo@yahoo.com Columna anterior: ¿Una nalgada a tiempo?