En Guanajuato las altas bardas no fueron obstáculo para que cientos de internos se unieran a la práctica masiva de box celebrada este domingo en todo el país; desde Valle de Santiago y Celaya, los puños se elevaron en pro de la paz y el deporte.
Las puertas del Centro Estatal de Prevención y Reinserción Social (Ceprereso), en Valle de Santiago se abrieron para documentar la práctica en la que participaron 702 internos concentrados en el patio de visitas.
Con sus pantalones y camisas color naranja, y con las siglas en la espalda del SIPPEG, (Sistema Penitenciario Estatal de Guanajuato), los hombres de distintas edades y complexiones participaron en la Clase Nacional de Boxeo.
En Valle de Santiago, el penal varonil de máxima seguridad y el segundo más grande de Guanajuato, los internos construyeron un ring de box con una mampara prestada, llantas como base y otros objetos adaptados; además pintaron tres lonas alusivas al orden, al respeto y a la paz evocada con esta actividad.
Tres internos con experiencia en el deporte, José Alberto, Jeovan e Israel, con sus guantes de box y desde el centro del ring dirigieron la práctica ante los más de 700 compañeros y custodios que resguardaban el perímetro.
Retoman deporte para alejarse de las adicciones
Bending, gancho al hígado, recto de derecha, luego de izquierda, swing, eran algunos de los movimientos que gritaba José Alberto, el instructor con un micrófono de solapa desde donde se replicaban las instrucciones en el sonido instalado por otro grupo de internos.
Todos coordinados, al mando de la directora del centro, Sandra León, quien detalló que desde días antes comenzaron a ensayar la clase: desde la formación hasta la rutina que duró 45 minutos.
“Tuve la oportunidad de representar al Estado de Guanajuato en dos ocasiones a nivel nacional, desgraciadamente uno comete errores; estamos apoyando a la disciplina gracias a las autoridades que nos apoyan para seguir fomentando el deporte”, dijo Alberto “Soriano”, quien es originario de León y fue medalla de bronce a nivel nacional, peleó en 40 ocasiones, de las cuales ganó 35.
Los participantes reconocieron que el deporte ayuda a alejarse de los vicios y la violencia, como citó Israel, de 28 años, preso desde los 18 años y quien dentro del penal encontró el amor al deporte.
“Yo lo practiqué aquí. Una manera de salir de las adicciones fue el deporte, el box; yo era una persona muy violenta y esto me enseñó una disciplina, no pelear con las autoridades. Estoy muy agradecido por que con el box no es necesaria la violencia, simplemente el respeto y salir adelante”, afirmó en entrevista.
Jeovan dijo que sigue practicando el boxeo como una disciplina que sana a las personas.
“Esto se lo quiero inculcar a mis hijos, a mi familia y a todas las personas para que ellos estén bien y se sientan bien consigo mismos”, señaló.