La nueva generación de activistas animales fue liderada por Elena Larrea, quien destacó por los rescates que hizo y la manera en la que fomentó el respeto animal. Por eso su fallecimiento -ocurrido el 19 de marzo de 2024- generó conmoción mundial debido a que su trabajo traspasó fronteras. Sin embargo, se mantiene viva mediante su legado: Cuacolandia, el santuario de equinos que fundó en Atlixco, Puebla, donde se mantiene.
A lo largo de su carrera como activista animal, Elena Larrea colaboró con diversas personas para lograr su meta: salvar animales. Uno de sus puntos de inspiración fue la rescatista Toni Camil y uno de sus aliados fue el veterinario José Luis Velázquez Ramírez, quien desde 34 años es parte del Hospital para Équidos del Departamento de Medicina, Cirugía y Zootecnia para Équidos de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma de México (UNAM).
En entrevista para El Heraldo de México, el veterinario, quien también es un amante de los animales, especialmente de los caballos, recordó a Elena Larrea con motivo de su primer aniversario luctuoso y la describió como “una guerrera incansable” por el bienestar de los animales.

Elena Larrea, la activista animal que les dio voz a los caballos
“Para mí, conocer a Elena fue algo maravilloso porque, si la tuviera que describir, sería como una guerrera incansable que luchaba por los animales que no tenían voz, no tenían a alguien que los representara. Era una guerrera comprometida con los que menos tenían. Logró crear conciencia en mucha gente, fue como el pegamento que hizo que veterinarios, herradores y gente de la industria se unieran para juntar recursos y atender a estos animales”, aseguró el veterinario José Luis Velázquez Ramírez al recordar a Elena Larrea.
José Luis Velázquez Ramírez sentenció que la muerte alcanzó demasiado pronto a Elena Larrea; sin embargo, enfatizó que la activista animal logró lo que pocos llegan a hacer: dejar huella. Por un lado, la fundadora de Cuacolandia supo formar “un equipo que la apoyaba en todos los sentidos para que los pacientes nunca tuvieran falta de atención”. Y, por otro lado, fue y sigue siendo motivo de inspiración.
“(Elena Larrea) fue una mujer que definitivamente dejó un legado. Dejó un hueco muy grande. No ha llegado alguien que pueda llenar los zapatos que dejó de lo aguerrida y fuerte que era para defender a los animales, sobre todo cuando había abuso. Ella no era veterinaria, pero luchaba muchísimo para ayudar a estos animales”.

Centros de atención para equinos en todo el país, el sueño que Elena Larrea no alcanzó a cumplir
El experto de la UNAM expuso que Elena Larrea aún tenía mucho por hacer porque luego de fundar Cuacolandia tenía una meta mayor: abrir centros de atención de equinos en todo México. En su momento, la fallecida activista animal compartió este objetivo en redes sociales, destacando que sabía que era un desafío, pero igual aseguró que trabajaría para que fuera una realidad.
“Ella tenía la firme intención de expandir lo que hacía en Cuacolandia a más estados de toda la república. Ella quería minicuacolandias en los estados donde hay más caballos, como Ciudad de México, Guadalajara, Puebla, Querétaro... Platicamos de cómo se podrían hacer centros de atención para caballos en diferentes estados. Ella, junto con Toni Camil, promovió los vehículos motorizados para quitar a los caballos de carreta y recolectores de basura”.
José Luis Velázquez Ramírez, el veterinario detrás de los casos de “Winner” y “Mila”
Durante la entrevista para El Heraldo de México, José Luis Velázquez Ramírez recordó que conoció a Elena Larrea por azares de la vida. Coincidieron en un evento en pro de los caballos que lideró Toni Camil. La fallecida activista abordó al veterinario para que le despejara dudas y de manera natural surgió una sinergia porque la pasión por los animales los unió.
El veterinario compartió que desde pequeño fue cercano a los animales porque, aunque nació en Ciudad de México, de los dos a los 8 años de edad creció en el campo. Al regresar a la capital del país y al cursar la preparatoria, estuvo en un centro agropecuario y esto lo volvió a acercar a los animales, de modo que su vocación proviene de su infancia.

La unión entre el experto de la UNAM y Elena Larrea fue inevitable porque pasó de ser un desconocido a prácticamente su consultor y asesor, lo que dio como resulta casos animalistas de éxito; dos ejemplos de ellos son “Winner” y “Milagros”, mejor conocida como “Mila”, cuyas historias se volvieron virales; a la fecha se mantienen en Cuacolandia.
“Para mí fue un honor colaborar con Elena, siempre buscaba el bienestar de los animales. Hoy día, el tema de bienestar animal se está legislando, pero creo que una gran pionera de toda esta lucha, todo lo que se está logrando es gracias a Elena Larrea”.
José Luis Velázquez Ramírez detalló que tanto el caso de “Winner” como el de “Mila” fueron complejos y sus pronósticos eran reservados. En el caso de “Winner”, primero recibió atención con la que Elena Larrea no estuvo de acuerdo, ya que no mejoraba. Fue en este punto que el caso fue referido al veterinario de la UNAM.
“(‘Winner’) tenía secreción después de que le extrajeron un ojo de la manera inadecuada. Llamé a la doctora Aytzee Piñón que es experta en Oftalmología y valoró al paciente; se le hizo una intervención quirúrgica y se retiró todo el tejido muerto. Tuvimos una hemorragia, recuerdo bien el caso, y se le informó a ella (Elena Larrea) que el caso era delicado. Afortunadamente el caballo pasó algunos días en el hospital con tratamientos antiinflamatorios, antibióticos y curaciones y finalmente regresó a Cuacolandia”.
“Mila”, la potranca por la que Elena Larrea exigió tipificar la crueldad animal
El caso de “Winner” reforzó el trabajo en equipo entre José Luis Velázquez Ramírez y Elena Larrea, lo que los preparó para otro caso trascendental en Cuacolandia, el de “Mila”. Desde el comienzo, se trató de una situación cruda por las condiciones en las que se encontraba debido al excesivo maltrato que presentaba.
“‘Mila’ llegó (al hospital de la UNAM) prácticamente como un trapo. Estaba postrada, deshidratada. Tras la evaluación y realización de radiografías, determinamos que tenía un trauma en el cuello y la cabeza. Había la sospecha de que le habían introducido una vara o un palo para picarla en sus genitales para que se levantara, ya que se había desplomado por debilidad y la carga que llevaba”.
El veterinario José Luis Velázquez Ramírez recordó que hubo sospechas de laceraciones en sus genitales y por eso “la doctora Miriam Boeta, que su área de trabajo es la genital, hizo una vaginoscopia”. Mediante este procedimiento se evaluó a “Mila” y "se tomaron fotografías del daño hacia las estructuras de su tracto reproductivo. También tomaron fotos de su recto y alrededor del recto”, de modo que Elena Larrea fue informada del trauma que presentaba la potranca.

La activista animal denunció el caso de crueldad animal en redes sociales y les exigió a las autoridades actuar en contra del agresor de “Mila”. Esto derivó en modificaciones a la Ley de Bienestar Animal en Puebla y entre esta destaca la tipificación del delito de crueldad animal.
José Luis Velázquez Ramírez informó que de momento ya no realiza trabajo colaborativo con Cuacolandia, de modo que desconoce cuál es el futuro del santuario de equinos. Se contactó al recinto animal para conocer su estatus a un año del fallecimiento de Elena Larrea, pero no se tuvo respuesta.