Este fin de semana más de dos mil personas indocumentadas salieron de Tapachula, Chiapas, en una caravana rumbo al norte de México. Su objetivo es continuar con el plan de obtener el "sueño americano". Esta lucha es a contracorriente, pues una de las políticas emblema del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sido el negar la entrada de migrantes al territorio.
Cientos de mexicanos han sido deportados desde EU, pero esto no merma la ilusión de los viajeros, ya que han dado a conocer que aún así llegarán al centro del país y posteriormente a la frontera.
Si no es por las buenas, apuntan, buscarán otras alternativas para ingresar a Estados Unidos con el fin de obtener un trabajo y así escapar de las condiciones que hay en sus países. Cientos buscan salir de la pobreza, otros más alejarse de la violencia, mientras que unos más incluso han vendido todas sus propiedades con la intención de salir adelante.
Los migrantes buscarán el sueño americano, pese a la política de Donald Trump
Es la cuarta caravana y la segunda pese a la cancelación de citas CBP ONE, por lo que los migrantes aún tienen la esperanza de ingresar a Estados Unidos para mejorar su economía.
Personas originarias de Venezuela comentan que saben de las actuales restricciones para entrar a EU, pero se niegan a abandonar la travesía que llevan meses llevando a cabo. La mayoría coincide en que no irá de regreso a su país.
Algunos con familias enteras han cumplido hasta un año en territorio mexicano. Ante la imposibilidad de obtener una forma de entrar de manera legal a la nación norteamericana, decidieron avanzar al norte del país con la caravana compuesta por personas de distintas nacionalidades.
La única barrera para llegar a EU no es Donald Trump
En la costa de Chiapas por donde comenzaron su camino, las temperaturas son altas y sufren las inclemencias del tiempo, en otras partes de la geografía chiapaneca actualmente las temperaturas son altas derivado de frentes fríos.
Por si fuera poco, estas personas también están expuestas al crimen organizado, el cual se cierne sobre ellos con el riesgo de hacerlos víctimas de trata de blancas o de reclutamiento forzado entre sus filas.
Caminan hombres, mujeres e infantes, aunque es más difícil para los que llevan menores de edad, ya que son largas distancias y pequeñas las piernas de estos. Los migrantes avanzaron unos 25 kilómetros en alas primeras ocho horas y descansaron en las inmediaciones del municipio de Huehuetán, donde instalaron algunas casas de campaña para dormir y luego por la tarde continuar la travesía en la ruta costera.
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