Un accidente de autobús en el camino de regreso de Machu Picchu dejó a una treintena de turistas heridos, incluidos diez italianos y cinco mexicanos. El incidente ocurrió cuando el conductor perdió el control del vehículo, cayendo unos 15 metros por una pendiente en una ruta zigzagueante hacia Aguas Calientes.
Los heridos, que sufrieron desde fuertes golpes hasta múltiples fracturas, fueron trasladados a un centro de salud en Cusco. La policía y pobladores locales brindaron asistencia inmediata. La empresa de transporte, Conssetur, confirmó el accidente y la policía ha iniciado una investigación para determinar las causas del mismo.
Al respecto, en entrevista con Lupita Juárez para el programa de Las Noticias de la Tarde, Jorge Polanco Cantú, uno de los mexicanos que resultaron lesionados en el accidente en Perú, dijo que se encuentra en proceso de recuperación tras sufrir múltiples golpes y lesiones, además dijo que vive una situación crítica junto con su familia.
¿Cómo fue el accidente en Machu Picchu?
Dijo que el accidente ocurrió mientras Polanco y otros turistas descendían hacia Cusco: había llovido durante el día y el autobús, de la empresa concesionada, se deslizó hacia un precipicio, deteniéndose gracias a un montículo de tierra. Caímos aproximadamente de 10 a 15 metros, y todos los pasajeros salimos impactados hacia la parte delantera del vehículo”, relató.
Actualmente, Polanco se recupera de lesiones en sus rodillas y enfrenta la incertidumbre sobre el traslado de su familia, quienes también resultaron heridos con fracturas. “Estamos esperando un traslado a México para que puedan ser operados, pero la situación es complicada. La embajada ha estado en contacto, pero nos informaron que no hay presupuesto para nuestro traslado”, comentó con frustración.
Sin ayuda de autoridades
Polanco Cantú enfatizó la falta de apoyo por parte de la empresa de transporte y las autoridades peruanas. “No hemos recibido acercamientos significativos de la empresa responsable del autobús, y en cuanto a las autoridades de Perú, no hemos tenido ningún tipo de apoyo para nuestra repatriación”, añadió.
La angustia de Polanco se agrava al pensar en el delicado estado de salud de su familia. “El traslado es complicado, ya que no todos los aviones pueden aterrizar en Cusco y ellos deben viajar acostados por sus fracturas. Es una situación desesperante”, concluyó.
Los afectados esperan que las autoridades mexicanas y peruanas tomen cartas en el asunto para facilitar su regreso a casa y asegurar la atención médica necesaria. La comunidad mexicana y los familiares de las víctimas siguen de cerca esta situación, clamando por una pronta solución.
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