La movilidad sustentable ha avanzado de manera benéfica en la CDMX, tanto que en la actualidad 68.32 por ciento de los viajes al trabajo y 48.97 por ciento de los traslados a la escuela se realizan en bicicleta y en transporte público.
Según un estudio del Consejo de Evaluación de la Ciudad de México (Evalúa CDMX) eso ha ayudado a reducir la contaminación atmosférica, pues para julio de 2023 ya se había evitado la emisión de casi 2.7 millones de toneladas de bióxido de carbono equivalente, es decir, 49 por ciento más de lo que bajó en 2019.
Lo anterior debido a que el uso de automóviles pasó a segundo término y sólo el 25.55 por ciento de los viajes al trabajo corresponden a esta forma de transporte y 17.32 por ciento más para la escuela.
Según un informe de la Secretaría de Movilidad capitalina, hasta inicios de 2019 los vehículos automotores eran responsables de más de 90 por ciento de los gases de monóxido de carbono.
“En la Ciudad de México, las fuentes móviles generan la mayor parte de gases precursores de ozono, donde contribuyen con 40% a las emisiones de partículas (PM10), 86% de NOX, 23% de COV y 97% de CO”, señala el documento.
Evalúa CDMX destacó la labor de la Semovi para cambiar un sistema fragmentado, ineficiente e inequitativo, además de vulnerable ante crisis sanitarias.
También señaló que de seguir con el plan de movilidad que involucra la adquisición de al menos 300 RTP, aumentar a cuatro líneas el Cablebús y la renovación de toda la Línea 1 del Metro se podrían mitigar más de 157 mil 100 toneladas de gases de efecto invernadero.
MAAZ