Vecinos de la delegación Gustavo A. Madero se quejaron del posible foco de infección que se ha convertido el campamento improvisado en el que habitan cerca de 300 migrantes provenientes su mayoría de Honduras y Venezuela, localizado a un costado del Parque Defensores de la República en Eje Lázaro Cárdenas 222, en la Ciudad de México.
Actualmente las temperaturas en la Ciudad de México alcanzan hasta los 30 grados, lo que acrecienta el olor de la basura acumulada y la ropa sucia que a simple vista se ve tirada por la banqueta. Además de destacar que los migrantes no cuentan con sanitarios móviles, por lo que se desconoce dónde hacen sus necesidades.
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En un recorrido hecho por El Heraldo de México, algunos vecinos de la colonia Defensores de la República expresaron su inconformidad por dicho campamento en que se albergan familias completas, desde niños, madres, padres y abuelos que pretenden llegar a Estados Unidos para cumplir el sueño americano.
“En ocasiones cuando uno va caminando huele a orines y muchas veces se te quedan viendo 'cómo que traes', en la noche hay chavos que se te quedan viendo y siempre van en bola”, asegura Cristian Flores, un vecino frente al asentamiento migrante.
“Me afecta la basura, cuando hay viento toda se brinca para acá y es un tiradero por la comida”, señaló el dueño de un puesto de carnitas, Emelio Rodríguez, quien dijo que el campamento lleva alrededor de 6 meses y su puesto 30 años.
“No les queda de otra más que llegar a un lado, se ve mal (campamento improvisado), pero si no hay otra, qué se puede hacer, ojalá hiciera el gobierno algo por ellos para ayudarlos a llegar a sus destinos", sostuvo Luis Rodolfo, taxista de la base en Lázaro Cárdenas.
“Son sentimientos encontrados, se entiende que es gente que viene de otro país, pero yo que sepa nadie los mando que acamparan aquí en la noche, y de por si no es una colonia bonita y ellos estando aquí hacen un clima tenso, es un lugar que esta desordenado, siempre tienen basura”, afirmó Darío, vecino de la colonia.
Migrantes aseguran que no hay espacio en albergues
Migrantes entrevistados aseguraron que los albergues en la Ciudad de México se encuentran saturados, lo que los ha obligado a improvisar. Señalaron que hay iglesias quienes les llevan comida y ropa.
Incluso en el campamento de la Gustavo A. Madero, los extranjeros hacen fogatas para calentar su comida. Algunos de ellos trabajan de limpia parabrisas y otros solo esperan algunos meses para conseguir provisiones y seguir su recorrido.
“Estamos aquí porque no tenemos ayuda del presidente de México, tenemos que llegar aquí porque en el albergue no hay lugar. Para tener comida llegan de muchas iglesias como las católicas y cristianas y nos traen comida o hacemos trabajitos y conseguimos qué comer. Vamos para Estados Unidos”, cuenta Areli Ramos de Honduras quien viaja junto con su esposo.
“Vengo con mi hijo, mamá y mis dos hermanas, nos quedamos aquí porque no hay espacio en albergues”, aseguró Eliana de 23 años proveniente de Venezuela y quien lleva un mes en el campamento.
