La violencia entre los límites de Michoacán y Jalisco, no da tregua; entre amenazas, ataques a civiles y a las fuerza de seguridad con explosivos, familias de esa franja han tenido que abandonar sus casas, otras, con menos suerte no alcanzaron a huir y se encuentran desaparecidas.
Mireya tiene 26 años, hasta hace una semana, vivía junto a su familia en la comunidad de El Santuario, en el municipio de Tocumbo, pero el pasado jueves 19 de diciembre, un sicario con un “cuerno de chivo” irrumpió en su vivienda con el objetivo de asesinarlos.
Su padre, en un intento por defenderlos, tomó su escopeta y se enfrentó contra el criminal, pero acabó muerto frente a su familia. Mireya corrió y esquivó las balas, pero no pudo regresar para buscar a su familia que se encuentra desaparecida.
“Le dije a mi familia ‘Vámonos’, pero no sé si hayan podido salir o si los hayan herido. Yo salí, caminé toda la noche y mediodía hasta que me pude comunicar aquí con un tío y con mi hermana para que fueran a auxiliarme. Mi papá, yo me imagino que ha de estar muerto porque fueron muchos disparos y no supe si en esas balas perdidas les haya tocado a mi familia también y mi hermana chiquita de 13 años, hasta hayan abusado de ella”, cuenta la joven.
Caminos minados por delincuentes i piden el ingreso a la zona
Aunque ha intentado comunicarse por radio con su mamá, su hermana, una tía y un tío, hasta hoy, no hay respuesta. Otro tío de 85 años que desapareció días antes, tampoco ha sido localizado. Pese a que dieron aviso a la Fiscalía General del Estado (FGE), nadie ha podido ingresar a esa zona, pues los caminos están minados por delincuentes.
“No podemos ir porque hay peligro, las carreteras están minadas y hay mucho delincuente por el camino; si podemos ir nos pueden matar a todos. Yo tuve por eso que caminar por un barranco, porque por las brechas no podemos caminar, por lo mismo de las minas y de la gente, porque allí hay mucho sicario”, asegura.
Hace cuatro meses, un padre de familia que se dedicaba a la ganadería, tuvo que dejar su hogar y cien reses, pues los criminales amagaban con asesinarlo a él y su familia.
“Llegaron grupos armados, yo tengo un rancho ganadero y ahí es donde yo vivo, y me hicieron, nos hicieron salir no no más a mí, a más gente. Todo el ganado allá está, un grupo armado me di cuenta que se está comiendo el ganado, ocupamos que nos ayuden más que nada el ejército es el que nos puede ayudar, que nos ayuden de menos a sacar las pertenencias que tenemos allá o que nos apoyen a que se queden ahí para seguir trabajando”, pide el hombre que prefiere reservar su identidad.
Hombres armados colocan barricadas
En un recorrido por la zona que se encuentra libre de minas, El Heraldo de México se encontró con dos barricadas de hombres armados que se identifican como guardias comunitarios y que aseguran, resguardan ese territorio para evitar que sus familias sean asesinadas por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), grupo al que señalan como responsable de la colocación de los explosivos y los ataques que han obligado al desplazamiento de familias.
“Son puros criminales de Jalisco, de hecho traen sus siglas en sus playeras y sus gorras, la gente que los hemos visto de cerca (vemos que) traen todas sus insignias con las 4 letras. Acaban con gente, aquí han quitado muchos ranchos en esta área, puede ver los terrenos están vacíos de ganado, ya de todo. Estamos con el miedo de que un día se vayan a meter a hacer lo que han venido haciendo en otras zonas de abajo, que nos vayan a llegar a matar, a violar a nuestras familias, que nos quiten nuestras cosas, todo, que nos dejen sin nada. Estamos ahora sí que a la defensiva para lo que sea, que tope aquí con nosotros y no avance con las familias que tenemos allá abajo”, afirmó el hombre desde una barricada en la localidad de Picacho.
Las autoridades municipales calculan que entre 50 y 60 familias de cuatro comunidades pequeñas, fueron desplazadas por la existencia de las minas, las cuales, recordó, acabaron con la vida de dos militares la semana pasada en el vecino municipio de Cotija.
“Lo que nos han estado reportando es que hay minas terrestres, el desplazamiento de estas poblaciones de estas familias que se han venido a la ciudad de Los Reyes con familiares principalmente y el tema de sus cabezas de ganado. Eso es básicamente el problema que se tiene ahorita actualmente; lo primero sería poder convocar a nuestras autoridades federales para ver si pueden hacer lo posible de podernos mandar al ejército para que pudiera entrar, porque nos han comentado que para esa zona probablemente pueda existir minas terrestres”, dijo José Luis Alcázar, presidente de Tocumbo.
Con dron confirman la presencia de hombres armados
Debido al riesgo por la siembra de minas, solo se tuvo acceso a las rancherías abandonadas a través de un dron que confirmó la presencia de hombres armados que mantienen como centro de operaciones las viviendas de las familias desplazadas.
También se observó una mina que, conectada a una batería de automóvil, atravesaba un camino de terracería lista para detonar ante el paso de cualquier vehículo, persona o animal.
Los sujetos captados por el dron, portaban chalecos y equipo táctico, y circulaban en camiones con blindaje hechizo y las insignias CJNG.
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