OLA DE VIOLENCIA

Madres de desaparecidos marchan en Culiacán para visibilizar la violencia y exigir condiciones seguras para buscar a sus hijos

Las familias denuncian una falta de datos confiables sobre el número de personas desaparecidas en la entidad

Madres de desaparecidos marchan en Culiacán para visibilizar la violencia y exigir condiciones seguras para buscar a sus hijos
Las madres piden garantías para que su vida no corra peligro mientras buscan a sus familiares Foto: Manuel Aceves / EL HERALDO

Desde hace semanas, la inseguridad en Sinaloa ha dificultado la búsqueda de personas desaparecidas. Este miércoles, un grupo de madres y familiares de desaparecidos recorrió las calles de Culiacán, desde La Lomita hasta la catedral, en una marcha que se enfocó no en exigir búsquedas inmediatas, sino en hacer visible el impacto de la violencia y demandar condiciones seguras para reactivar estas labores.

El rostro de la marcha fue Hilda Pulido Chavira, quien, compartió su testimonio. Hilda es madre de Javier Ernesto Vélez Pulido, desaparecido el 8 de diciembre de 2020 en la colonia Adolfo López Mateos. Su caso es uno entre muchos, y su dolor se suma al de otras familias que, al igual que ella, anhelan un Sinaloa en paz, donde puedan salir a buscar a sus hijos sin temor. 

“Queremos un estado donde sea seguro vivir y donde sea posible buscar a nuestros hijos. Hoy, eso no es posible,” expresó.

Manuel Aceves / EL HERALDO

La manifestación buscaba llamar la atención sobre la creciente inseguridad que ha paralizado la búsqueda de desaparecidos.

 “No estamos pidiendo búsquedas hoy mismo; estamos exigiendo condiciones para que sean viables en el futuro,”  comentó otra madre. 

Madres buscadoras piden garantías para continuar con la búsqueda de sus hijos

Las madres pidieron que las autoridades garanticen un ambiente seguro para realizar estas búsquedas, sin el temor de que sus vidas corran peligro.

Uno de los casos que se expuso durante la marcha fue el de una familia que se vio obligada a resguardar restos óseos recién localizados , que consideraron pertenecían a sus familiares, después de que ninguna autoridad atendiera su reporte. Los huesos llevaban más de siete días en el lugar y estaban siendo desplazados por animales, una situación que, según las madres buscadoras, refleja la desatención y el abandono institucional.

Las familias también señalaron la falta de datos confiables sobre el número de personas desaparecidas.

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TJM

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