Eslovaquia surgió con la división de Checoslovaquia en 1993 y tiene su propia experiencia en el plano diplomático para las mujeres, en la actualidad solo 10 por ciento logra conseguir un puesto como embajadora en ese país.
En el marco del primer aniversario del día internacional de la Mujer en la Diplomacia, 24 de junio, proclamado por la ONU en 2022, el trabajo sigue siendo complicado en ese rubro, pero sigue abriendo puertas y ganando terreno.
En ese sentido, la embajadora de Eslovaquia, Terezia Sajgalikova, dijo en entrevista para Mente Mujer que “antes de 1989 Checoslovaquia estaba bajo la esfera de influencia de la Unión Soviética y en aquella época era imposible que una mujer fuera diplomática, ni mucho menos una embajadora”.
La funcionaria destacó que una mujer lo único que podían hacer era aplicar para el puesto de asistente, obviamente las condiciones y el ámbito político ha cambiado “tanto en mi país como en otros países”.
Actualmente –destacó– “ya tenemos mujeres diplomáticas en nuestro Servicio Exterior Eslovaco, sin embargo, tengo que admitir que el número no es lo que deberíamos tener. Solamente 10 por ciento de las mujeres logran un puesto de embajadora, a pesar de que la mitad de los puestos del servicio diplomático lo ocupan las mujeres.
“Llegar a un puesto de embajadora no es fácil tampoco en mi país”, destacó.
Respecto a los esfuerzos que se hacen para mejorar la presencia de las mujeres en el plano diplomático, la embajadora señaló que “en nuestro cuerpo diplomático para México somos 17, que no es tanto, pero tampoco es un número malo.
“En mi país el Servicio Exterior creó un cargo que tiene bajo su responsabilidad la concientización y empuje de las diplomáticas para que puedan lograr los puestos de embajadoras. El problema es cómo lograr que las nombren”, señaló.
A la pregunta de ¿qué tan complicado ha resultado trabajar en este campo que parecía exclusivo solo para hombres? La embajadora señaló que “creo que depende de cada uno, pues yo soy una persona bastante vocal, no soy miedosa y no le temo a expresar mis opiniones.
“Estoy convencida de que la mujer tiene que trabajar doble para lograr lo que un hombre lograría por la mitad de su esfuerzo, esto simplemente yo lo veo así, es mi posición”, aclaró.
En el plano familiar, el trabajo diplomático “es complicado”, resaltó la entrevistada y aclaró que por eso no tiene esposo ni hijos, aunque sí tiene su familia en Eslovaquia y con eso “si sufro porque están lejos, pero no es solamente una cuestión mía sino de cualquiera de nosotros. Cuando la mujer diplomática quiere hacer su carrera tiene que pensarlo bien, si el hombre aguanta ‘el peso’ de estar en casa”.
Lo cierto es que "el hombre excepcionalmente se considera que es proveedor de la familia y si no es así, pueden surgir algunas fricciones dentro del ramo familiar, pero no todos son así”, aclaró.
Resaltó que para que las mujeres tengan más presencia en la diplomacia, sería bueno aplicar cuotas, por ejemplo, “en México en el nivel de gobierno federal las aplica y me parece bien. Noruega empezó con las cuotas, después ya no, la gente se acostumbró y ya no se necesitan.
En Eslovaquia no funciona así, tenemos pocas mujeres también en el Parlamento, son solamente 23% de diputadas”, finalizó.
“Estoy convencida de que la mujer tiene que trabajar doble para lograr lo que un hombre lograría por la mitad de su esfuerzo”.
PAL