Dentro de algunos hogares se esconde el verdadero horror, pues lejos de ser los lugares seguros y amorosos que deberían ser para los niños, son un sitio donde viven los peores abusos y vejaciones. Las cosas que se viven en algunas casas son tan terribles, que no parecen reales. Un caso así ocurrió en una finca ubicada en el rancho El Guayabo, localidad de Pegueros, municipio de Tepatitlán de Morelos, en el estado de Jalisco; donde un padre violó a su propia hija desde que tenía 11 años.
Cada fin de semana, desde 2015, la menor vivía un verdadero infierno, pues su padre -identificado como Benjamín “N”- acudía a visitarla a la finca. Lejos de darle el amor que necesitaba la violaba constantemente, por lo que la dejó embarazada en dos ocasiones, la niña dio a luz dos hijos varones. Su primer hijo nació en septiembre de 2016 y el segundo en junio de 2018.
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Una denuncia puso al descubierto lo que pasaba en el seno de esa familia, por lo que la Fiscalía Especial Regional inició las investigaciones con perspectiva de género, mediante las cuales se pudo establecer la responsabilidad de Benjamín “N”, por lo que se giró una orden de aprehensión, la cual fue cumplimentada por Policías de Investigación.
El agente ministerial que llevó a cabo la investigación, presentó las pruebas necesarias ante el Tribunal de Enjuiciamiento, que tras celebrar la audiencia de individualización, le dictó sentencia condenatoria por 26 años y 4 meses de prisión por el delito de abuso sexual infantil agravado y la pérdida de la patria potestad fue sancionada.
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Aunque lo ocurrido en Jalisco parece sacado de una película de horror, la realidad es que en todas partes del mundo ocurren este tipo de situaciones, en las cuales los padres abusan sexualmente de sus hijas y las embarazan. En algunos casos las madres no se enteran, pero en otros son cómplices por omisión de lo que hacen sus parejas.
Uno de los casos más famosos ocurrió en Austria, el victimario es Josef Fritzl, quien a la postre fue conocido como “El monstruo de Amstetten”, ciudad donde el hombre nació, creció y cometió los peores abusos.
Por 24 años violó a su propia hija, Elizabeth, a quien embarazó en siete ocasiones. Todo ocurrió debajo de su propia casa, pues acondicionó el lugar para lograr sus objetivos. Fue cuando una de sus hijas-nietas tuvo un problema de salud y tuvo que ser llevada al hospital cuando su madre mandó una nota de auxilio, así se descubrió el infierno.
Tras ser rescatada, narró que desde los 11 años su padre comenzó a violarla, hasta que ocho años después la secuestró, la mantuvo bajo tierra, encerrada y sometiéndola a todo tipo de vejaciones.
DMGS
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