ORGANIZACIONES COERCITIVAS

Su novio la metió a una "secta" colombiana en busca de la felicidad: "Me surgieron pensamientos suicidas"

La joven mexicana fue parte de una organización donde vivió todo tipo de control psicológico y físico

NACIONAL

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Créditos: YouTube / Leyantisectas

Daniela es una mujer que perteneció a una organización coercitiva que se llama "Lazos de Amor Mariano". Es un grupo que se ubica en Colombia, con sede en varias partes de Latinoamérica, y que se dicen presuntamente respaldados por la arquidiócesis de Medellín, pero que usan la religión para supuestamente cometer actos de violación a los derechos humanos de sus fieles.

Daniela estaba en busca de la felicidad cuando fue captada

Ella fue presentada ante sus victimarios por su novio, de acuerdo con la entrevista que dio al streamer Pablo Salum, defensor de los derechos humanos y víctimas de organizaciones coercitivas. Lo conoció bien en la preparatoria, y al ser alguien de familia que pertenece a una secta, tenía ideas en ese momento que iban en contra de los derechos humanos, de los diversos tipos de familias, exponía sus ideas homofóbicas, entre otras cosas.

Crédito: YouTube / LeyAntiSectas

Fue durante unas vacaciones que le reveló que conoció a un misionero de "Lazos de Amor Mariano", donde comenzó a tener conductas radicales, al grado de renunciar a sus gustos musicales, al reguetón, a los artistas urbanos, entre otras cosas, pues supuestamente estaban ligados con cosas que van en contra de Dios. También se oponía al aborto, al sexo antes del matrimonio, etcétera. Fue en ese grupo donde lo captaron a través de la coerción psicológica.

En algún momento, Daniela tuvo capítulos de miedos, y de angustia. En ese capítulo de vulnerabilidad fue cuando la captó a través de oraciones. Ella siguió buscando respuestas a sus sentimientos, y fue un festejo conocido como una "hora santa", donde se conmovió y supuestamente conoció a Dios, razón por la que fue invitada a reuniones con su novio. Desde un principio fue tratada con aspectos extraños como utilizar ropa "adecuada", donde la cuestionaban por "enseñar mucho" y debía cubrirse con un suéter.

A través de esta organización coercitiva, les enseñan poco más de 20 fases para supuestamente rescatarlos de la lujuria, la vanidad, la maldad, etcétera, para acercarlos a Dios. Con esto, les ofrecen volver a consagrarse y, en palabras de Daniela, le dijeron que eso significa que "tu voluntad ya no te pertenece, le pertenece a la virgen María". El gancho principal, sin embargo, es la vulnerabilidad de todas las personas que pasan por un capítulo malo, con promesas de acercarlos a la paz, alejarlos a la tentación.

Daniela vivió control social, de pareja, de la educación sexual y de medios externos, además de restricciones alimentarias. Créditos: AP Photo

La organización coercitiva modificó su estilo de vida y sus creencias

Entonces llegó la cumbre del caso. Su novio la invitó a un retiro con un costo de 1,700.00 pesos por la supuesta fórmula de la felicidad, donde cambiaría su vida. A lo largo de una jornada de cuatro días donde les enseñaron ideas en contra del aborto, de la música popular, en contra de los piercings, entre otras cosas. Les dijeron que el mundo es el enemigo principal, y la gente estaría siempre en su contra.

Fue realmente lo que pasó, se tomó tan en serio las amenazas que su vida cambió por completo. Hasta pensó en irse al convento y convertirse en monja para cumplir la voluntad de Dios. Tiró su ropa supuestamente indecente, se vestía cubriendo su cuerpo, borró sus fotos de Facebook, dejó de usar maquillaje, etcétera. Supuestamente le dijeron que todo eso volvía a criticar a Jesucristo. En ese momento ya vivía control social, de pareja, de la educación sexual y de medios externos.

"No entendía. Era como si por dentro estuviera en llamas, no sé explicarlo, pero como en una oscuridad horrible", dijo sobre sus sentimientos en ese momento.

Pablo Salum es sobreviviente de la organización coercitiva "Escuela de yoga de Buenos Aires". Crédito: Instagram

Pensamientos suicida tras varias semanas con las imposiciones de la organización

Daniela dijo que incluso fue parte de la mortificación y a voluntad propia castigarse a sí misma física o psicológicamente. Algunos de estos eran baños de agua fría, hacer ayunos, dormir en el piso, comer comidas sin sal, etcétera. También vivió capítulos de restricción alimentaria, pues a través del pecado de la gula, controlaban sus comidas.

"Llegué a comer las sobras de comida en el lavaplatos, y la comida de mi perro para mortificarme, para unirme con Dios e identificar los sufrimientos de Cristo en mi cuerpo", declaró. Incluso llegó al grado de pensar en suicidarse, pues la pasaba tan mal que ya quería morirse.

"Yo le decía: 'Jesús, ya mejor mátame. Si tengo que vivir así. Por qué me hiciste nacer si tengo que estar así para estar cerca de ti'. Me surgieron pensamientos suicidas y obsesivos. No lo planeaba ni nada, pero esa situación inauguró esos pensamientos que no tenía antes", aseguró Daniela.

Fue gracias a que volvió a la escuela que pudo alejarse de los vínculos con "Lazos de Amor Mariano". Incluso el novio que la metió en el grupo, le dijo que se salieran del mismo porque no era feliz. Poco a poco dejó las ideas en el camino, y entró a la universidad, donde profesores, estudios, entre otros factores la hicieron desvincularse. Lamentablemente tuvo depresión y diversos trastornos que la mandaron al psicólogo, donde pudo ver la vida desde otra mirada.

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