Habitantes de Jesús María se manifestaron en Palacio de Gobierno donde exigieron ser escuchados por el gobernador Rubén Rocha Moya, para ponerlo al tanto de presuntos abusos cometidos por militares que participaron en la captura de Ovidio Guzmán López.
Molestos y portando cartulinas en las que se leía: “Estuvimos secuestrados”, recordaron que durante casi tres días estuvieron encerrados en el pueblo, ya que el personal de la Secretaría de la Defensa Nacional no les permitía salir, pero además durante ese tiempo no contaron con servicios elementales como agua potable y energía eléctrica.
Refieren que lo poco que tenían de comida en sus refrigeradores se les echó a perder por las altas temperaturas características de Sinaloa, pero además algunos militares afirman que algunos militares se metieron a sus hogares y dispusieron de lo que tenían en sus neveras.
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Pobladores narran su versión de los hechos
“La verdad fue mucho lo que abusaron, no hicieron las cosas bien, está bien, venían por él, ya lo tenían, porque estaban haciendo desmadr… y medio, llévenselo y ya”, dijo una de las afectadas.
Ante la falta de una respuesta, los manifestantes comenzaron a empujar la puerta y quebraron uno de los cristales dejando un hueco por el cual ingresaron, pero fueron replegados rápidamente por agentes de la Policía Estatal Preventiva.
Otra de las afectadas narró:
“La tranquilidad nadie nos la va a devolver, ya los niños nada más escuchan un boludo y se esconden bajo las camas, si ya tenían al muchacho (Ovidio) ¿por qué siguieron disparando? Duramos dos días sin comer porque el Gobierno se robó todo lo de la casa, el niño nomás temblaba y lloraba”, dijo una de las afectadas.
Este fin de semana el Gobierno del Estado envió una caravana de apoyos y servicios a la comunidad, sin embargo la principal petición es que se retire el Ejercito.
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