En el día a día nos hemos acostumbrado a vivir entre historias que, a pesar de que cada vez son más espeluznantes, resultan una noticia más que vimos en los diferentes medios de comunicación.
Violencia y medios
Cuando hablamos de violencia muchas veces es difícil saber por dónde empezar: es un concepto que se puede quedar corto ante la agresión, el exceso y la saña de los eventos, pero también genera una innegable pesadez que afecta la manera en que se reporta y los temas que bordeamos en la plática.
A pesar de que queremos hablar y expresar indignación, tendemos a evitar el efecto que tiene vivir la violencia todos los días y nos limitamos a llegar a un consenso general de una incredulidad que lamentablemente, se siente cada vez menos.
¿Por qué hablar de violencia?
De acuerdo con medios de comunicación, entre 2021 y 2022 hubo un aumento de la violencia extrema en el país del 18 por ciento. En noviembre de 2022 se registraban 17 atrocidades diarias (Infobae, 2022) y el director general de los Servicios de Atención Psiquiátrica de la Secretaría de Salud, Juan Manuel Quijada, indicó que existe una normalización de la violencia en México.
Al enfrentarnos ante tales cifras, eventos y testimonios, es difícil negar que la violencia extrema en México es un tema que concierne no solo a políticos e instituciones, sino que nos concierne como ciudadanos.
¿La violencia afecta a tu salud mental?
Sin embargo, cuando se habla de violencia extrema, un tema que es obviado o es considerado ajeno a este fenómeno es el del estado de la salud mental en México. Se piensa que el hecho de que 40% de los mexicanos hayan padecido o que estén en riesgo de padecer un trastorno mental en su vida no tiene que ver con el efecto de vivir en contextos de violencia extrema, a pesar de que hay múltiples estudios que relacionan el vivir en un contexto violento con la presencia de trastornos mentales.
Tal es el caso de un estudio realizado por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, en el que se encontró que vivir en una de las ciudades más violentas y peligrosas del país es un predictor importante de pensamientos paranoicos y una pobre salud mental.
Atender a la violencia
Es pertinente empezar a atender este efecto de la violencia, no solo evitar la normalización de tal brutalidad, sino también poder empezar a analizar el impacto en la salud mental y en el tejido social para poder subsanar el daño que la violencia extrema deja en las personas y comunidades del país.
Por nuestra parte, desde el Departamento de Psicología y de la Sociedad de Estudiantes de Psicología tenemos el objetivo de analizar y compartir la importancia de la salud mental en México.
Por lo tanto, en la Semana de Psicología, que tendrá lugar del 27 de febrero al 1 de marzo, se llevarán a cabo ponencias, pláticas y talleres enfocados en los efectos de la violencia extrema y la búsqueda de soluciones a través de la concientización en la población.
El propósito es analizar los efectos tan preocupantes de la violencia que impera en nuestro país.
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