La alta contaminación de la presa de Valle de Bravo con la presencia de coliformes totales y fecales, ha alertado a activistas y prestadores de servicio que demandan acciones concretas sobre el tratamiento de agua, conservación de los bosques y reactivación de mesas para el monitoreo permanente del lugar.
Especialistas advierten que desde hace 11 años la mancha urbana creció 57 por ciento en el Pueblo Mágico y reconocieron que ha habido un boom inmobiliario sin tener infraestructura para dar servicios.
Samantha Namnum, del Observatorio Ciudadano de la Subcuenca de Valle de Bravo-Amanalco, lamentó que la situación se ha agravado con el cambio climático y el hecho de que el Sistema Cutzamala se mantiene con un déficit del 20 por ciento de agua.
Admitió que si bien no conocen la totalidad de puntos, han identificado varias descargas directas de aguas negras hacia la presa de Valle de Bravo, como es el río Tizates que hoy en día es un drenaje a cielo abierto.
David Rodrigo Martínez, prestador de servicios, reconoció que autoridades de los distintos órdenes de gobierno están haciendo su tarea para revertir la contaminación de la presa aunque falta mucho por hacer.
En cuanto a su responsabilidad, mencionó que acatan las normas y lineamientos para su descarga.
“Tratamos de cuidarlo porque al final de cuenta de esto vivimos, entonces tratamos de cuidar el que no se contamine tanto el lago, pero al mismo tiempo sí hace falta más por parte de las autoridades prestarle un poco más de atención para evitar la contaminación del agua”, indicó.
El 28 de julio Conagua emitió el diagnóstico adverso en la presa y alertó para que participantes de un Triatlón no nadarán en el mismo, por lo que sólo fue duatlón, mientras la semana pasada autoridades estatales reconocieron que identificaron 10 puntos de descarga de agua sucia.
PAL