Laurie Ann Ximénez-Fyvie, jefa de laboratorio de genética molecular de la UNAM, comentó que uno de los muchos factores que causó la muerte de mucha gente en el país, fue que el primer año de la pandemia, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell le dijera a las personas 'quédate en casa', 'no vayas al hospital hasta que tengas dificultad respiratoria'.
"Sabíamos desde entonces que el Covid-19 era una enfermedad que podía tratarse con bastante éxito siempre y cuando los tratamientos se dieran de forma temprana, es decir, una vez que la persona ya tenía dificultad respiratoria, es muy complicado sacarla adelante, porque los tratamientos hospitalarios ya son esfuerzos desesperados por salvar la vida, el tratamiento temprano hubiera salvado a mucha gente", explicó.
Aseguró que es fácil evidenciar esto con datos, si se ve que en México el tiempo promedio de hospitalización, durante el primer año, era muy corto, de ahí que había disponibilidad de camas, "porque la gente llegaba al hospital a morirse, llegaba con la enfermedad muy avanzada".
La también creadora del libro "Las vidas que no contaron. ¿Cuántos mexicanos murieron realmente en la pandemia?", agregó que otro de los problemas, fue la politización de la pandemia, así como un esfuerzo concertado y sistemático de opacidad de falta de transparencia de las autoridades.
"Hay muchos datos que se venían actualizando de forma constante y que se han dejado de actualizar, las cifras de defunciones de personal de la salud se hacía de manera semanal, quincenal, pero desde octubre hemos dejado de tener esos datos, tenemos siete meses sin actualización", señaló.
Asimismo, indicó que antes había bases de datos abiertos; sin embargo, hoy ya no hay acceso al sitio donde se podían descargar las bases de datos.
"La pandemia sigue activa y de hecho en algunas partes del mundo hay repuntes, en este momento lo que el gobierno hizo arbitrariamente es poner fin a la pandemia", apuntó.
Finalmente, dijo que otros de los principales errores que se cometieron durante la pandemia en el país y que pudieron evitarse, fue la comunicación "errática y dolosa" con la población que no permitió a la gente entender cuál era el riesgo real para tomar decisiones, decir que los niños no requerían vacunación, que ya libramos la pandemia, la falta de transparencia en los datos, la opacidad y la falta de vigilancia epidemiológica.
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