El último análisis realizado alrededor del impacto económico que ha ocasionado el derrame de más de 40 mil metros cúbicos de contaminantes hecho por la Mina Buenavista del Cobre de Grupo México a los ríos Bacanuchi y Sonora, ya se calculan en más de seis mil 423 millones de pesos, sin ser los resultados finales del estudio que realiza el Instituto de Ecología y Cambio Climático (INECC).
Los Comités de cuenca del Río Sonora, informaron que el pasado seis de mayo se reunieron de nuevo con las autoridades federales para ver los avances en el plan de remediación y ahí se informó que el impacto económico del derrame del 2014 sigue revelando datos que lo acrecientan.
Para esto se realizaron análisis de las limitaciones del acceso a agua y costos asociados, perdidas en producción agropecuaria y en actividades económicas de otros sectores (como el comercio, industria y servicios), daños a la salud física y mental, daños en suelo y vegetación ribereña, y los desembolsos realizados por el Gobierno para monitoreo.
El daño causado contempla más de mil millones de pesos desembolsados para la construcción de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica (UVEAS) en Ures, que nunca se realizó.
Lo cual da como conclusión que las compensaciones entregadas por el Fideicomiso Río Sonora, para nada cubren el impacto económico causado por este derrame de la empresa de Grupo México.
Lo positivo de esta reunión, es que se presentó un cronograma de atención a la salud de los pobladores que salieron positivos a metales pesados en las pruebas de sangre y orina, y después se contemplará a toda la población.
Además, se visitarán las 36 comunidades del Río Sonora para analizar la calidad del agua e implementar un plan para dotar de agua limpia, construyendo plantas potabilizadoras fijas cuyo gasto de energía eléctrica, mantenimiento y gestión.
dhfm
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