Como inicio de un “patio sagrado” en donde se guardará la memoria de los 80 hombres y mujeres, colectivas y familiares de desaparecidos se reunieron en el lugar de la fosa clandestina del Barrio de San Juan, el sitio en donde hace dos años fueron rescatadas decenas de personas.
En una solemne ceremonia para la que tuvieron caminar entre la maleza, las piedras, la hierba y los grandes tubos de concreto, las buscadoras regresaron al sitio donde fueron depositados de forma clandestina los cuerpos de al menos 80 personas.
Costales de aserrín, una mesa, un tendedero, listones, bocinas, un árbol, cruces y globos, fueron acarreadas por los familiares, que tras participar en el Foro “Vida por vida, Construyendo paz en honor a la memoria”, acudieron a la celebración eucarística que el padre Fray Fernando Escobedo encabezó.
“Este acto que estamos haciendo en Salvatierra se va a convertir en algo más grande, como la hortaliza, va a seguir creciendo hasta transformarse en un árbol gigante y va a seguir creciendo y se va a transformar en un patio sagrado como dice el pueblo Rarámuri. Un patio sagrado, en donde todas y todos tendremos un lugar podremos descansar, recordar, donde podremos también guardar la memoria de esas y esos 80 colibríes”, afirmó el padre, con su túnica en color claro que terminó llena de espinas y hierba seca.
En una canasta se depositaron listones con los nombres de los desaparecidos y la fecha de la última vez que los vieron, para después colgarlos en el tendedero arriba de un tapete de aserrín en donde iluminaron figuras de colores.
“Estos listones representan la memoria de las personas desaparecidas que aún nos faltan y las personas que han sido localizadas sin vida, tenemos sus nombres es hacernos presentes, recordarle al Estado y a la sociedad qué ha sucedido y reiterar que existen personas que todavía no vuelven con sus familias para que su nombre persista en la memoria y los crímenes que aquí se han cometido no vuelvan a repetirse”, dijo una de las colectivas.
Cada objeto tenía un importante significado
También plantaron un árbol, como significado de vida que, con el amor y cuidado, permanecerán vivos los recuerdos de las 80 víctimas y como esperanza de los que se siguen buscando. Se colocaron dos cruces de madera como tributo de las familias para el testimonio de bendición y santificación en el lugar en que tantas vidas se dejaron.
Los globos blancos se reservaron para el final en símbolo de los ángeles y los colibríes, las almas de quienes fueron encontrados en el sitio, “los invitamos a que soltemos esas almas, es momento de dejar ir las almas de nuestros seres queridos” señalaron para luego, en un momento altamente emotivo, se dejaron ir los globos que no se separaron, se elevaron juntos hasta el cielo.
“¡Vuelen alto donde nadie los lastime!, ¡Vuelen alto!” gritaron y varias de ellas rompieron en llanto encontrando el consuelo entre sus mismas compañeras. Sabemos que el camino que ha traído al colectivo hasta este momento no ha sido un camino fácil, sino un camino complicado, un camino también con oscuridades pero que, a pesar de esas dificultades, Dios la divinidad siempre se ha encontrado con ustedes, Dios está aquí y seguirá estando”, dijo Fray Fernando quien es originario de Chihuahua de la orden de los Dominicos.
Al final, reconfortadas y con tranquilidad regresaron por el camino, pero sin la carga emocional que pesaba al llegar. A dos años del hallazgo, se han identificado a 60 de los 80 cuerpos enterrados en el lugar, informó la representante del colectivo Ángeles de pie por ti, Angélica Zamudio, al mencionar que, aunque la Fiscalía General del Estado (FGE) ya tiene el perfil genético de los 21 cuerpos restantes, hasta el momento no han coincidido con ningún perfil de la base de datos estatal, por lo que creen que pudieran ser de algún otro estado.
“Aproximadamente se han identificado 60 cuerpos, restan 21 más, pero ya tienen ellos (FGE) su correspondencia al ADN, lo que falta y lo que nos preocupa mucho es que no coincide con el ADN que han aportado las familias, creemos que pudiera ser gente hasta de otro estado, porque no corresponde al ADN”, señaló la representante del colectivo.
Agregó que la mayoría de las 60 personas que ya están reconocidas, son del municipio de Salvatierra, son hombres y están en el de 18 a 35 años de edad.
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dhfm
