La situación está terrible aquí, con niños, porque, bueno está colapsado y somos muchos, y queremos que se agilice el proceso del permiso, para que vaya más fluido el paso, para que sea más liviano”, aseguró una de las miles de migrantes que esperan recibir el permiso otorgado del Instituto Nacional de Migración (INM), en el municipio de San Pedro Tapanatepec, Oaxaca.
Los viajeros denunciaron que están en una situación inhumana, con gastos económicos excesivos y sin que puedan avanzar hacia Estados Unidos. Algunos aguardan desde hace dos semanas para recibir el documento; otros más, que estaban en el norte del país, han tenido que regresar hasta esta comunidad oaxaqueña para tramitar el permiso.
En este municipio se calcula la presencia de entre 12 mil y 13 mil migrantes, casi el doble del total de habitantes de la localidad. En su mayoría son de Sudamérica; 80 por ciento viene de Venezuela y el resto procede de países de Centroamérica, Haití, África, incluso de China y Afganistán, de acuerdo con el edil morenista Humberto Parrazales.
Elementos de la Sedena arribaron este martes a San Pedro Tapanatepec, uno de los cinco municipios del Istmo de Tehuantepec en los que se ha incrementado la presencia de migrantes. La acción responde a la petición del alcalde Parrazales, quien advirtió que al igual que los servicios de resguardo de la ciudadanía, los de salud, recolección de basura y demás están al punto del colapso.
“Todo el tránsito migratorio que salió a raíz de que se enteraron de este trámite humanitario que se estaba realizando en Tapanatepec, pues, desbordó un éxodo incalculable, estamos hablando de más de 200 mil personas que han pasado por Tapanatepec del 5 de agosto para acá”, dijo el alcalde.
Destacó que hay una derrama económica importante, de más de 250 millones de pesos, ante las compras que hacen los extranjeros, aunado a que muchas personas se están empleando o vendiendo alimentos y prestando otros servicios.
La crisis que enfrentan los migrantes provoca desesperación y muchos deciden ya no esperar, y buscan la manera de continuar: unos caminan, otros usan transporte público, incluso algunos son conducidos por traficantes.
Los migrantes señalaron que las condiciones de las carpas del INM son insalubres.
“Son muy desagradables para el ser humano. Los baños, esos son desagradables. Los niños caminan en el barro, en el lodo. Ese es una mosquitera, las condiciones en la cual uno duerme”, indicaron.
POR JOSÉ LUIS LÓPEZ Y CARINA GARCÍA
MAAZ