Los casos negativos de salud mental en el estado se mantienen con aumento de 30 por ciento en el tiempo que lleva la pandemia, principalmente los cuadros de ansiedad, depresión, estrés postraumático y suicidio, por lo que se hizo la fusión del Instituto Mexiquense de Salud Mental y Adicciones, y se ha capacitado al personal de salud.
Todos estos padecimientos se detonaron por los efectos de la pandemia de COVID-19, entre pérdida de familiares por el virus, desempleo, problemas económicos, soledad y aislamiento.
El secretario de Salud, Francisco Javier Fernández Clamont, admitió el aumento de las enfermedades mentales; tan sólo en el año 2021 se dieron 80 mil consultas y la cifra para este 2022 está muy cercana, pero añadió que se han realizado más de medio millón de intervenciones, psicológicas y psiquiátricas.
Destacó que el 9 de septiembre se hizo la fusión de salud mental con adicciones; sin embargo, recordó que desde hace 12 años en la entidad se trabaja bajo este modelo, aunque desagregadas.
Lo anterior implica capacitar al personal médico de las unidades de primer nivel de atención, que van hasta ahora 10 mil, para que las personas sean atendidas en alguno de los 34 Centros de Atención Primaria a las Adicciones o los Centros Integrales de Salud Mental.
El director General del Centro Estatal de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades, Víctor Torres Meza, señaló que tras lo más fuerte de la pandemia se arrastran estos padecimientos.
Recordó que ya había un porcentaje de 10 a 12 por ciento de gente que padecía depresión, pero incrementó con la emergencia sanitaria. Además, advirtió que la salud mental es acompañada con el estigma y discriminación al buscar ayuda profesional.
MBL