MIGRANTES

En Colima, migrantes haitianos emprenden una nueva vida

Haitianos abren negocios o encuentran trabajo en restaurantes y hoteles

NACIONAL

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Haitianos abren negocios o encuentran trabajo en restaurantes y hoteles. Foto: Especial Créditos: Especial

Con 16 años de edad, Franchesca Gillef ha recorrido más de 13 mil kilómetros, primero de Haití a Chile y después de Chile a México, para huir de la pobreza y con el sueño de su familia de tener una vida mejor.

El 31 de diciembre pasado su mamá, su tía y ella abrieron una estética para hacer trencitas en Manzanillo, Colima, a donde llegaron a principios de mes, por la promesa del gobierno federal de entregarles papeles y así fue.

“La vida de mi familia en Haití era más o menos. Teníamos para vivir pero por la crisis política tuvimos que huir del país y fuimos a Chile. El presidente era Michel Martelly causaba un caos grande. Todo empezó cuando los gobiernos se volvieron más corruptos, provocó una pobreza muy grande, que te mataba y entonces no pudimos quedarnos”, narró la joven.

Ella salió de Haití en 2018, dos años después de que lo hicieran su mamá y su padrastro, a quienes alcanzó en Chile.

Sin embargo, a falta de papeles en ese país tuvieron que seguir emigrando, ella, su mamá, su padrastro, su hermano menor, sus tíos y dos primas. Después de tres meses y de pasar por Perú, Ecuador, Colombia y Centroamérica, llegaron a México.

De acuerdo con la coordinadora del programa de Personas en Situación de Calle del Ayuntamiento de Manzanillo, Sonia Beatriz Castellanos Rocha, donde atendieron a 80 de los alrededor de 200 migrantes que llegaron entre noviembre y diciembre al puerto colimense; 15 por ciento tuvieron interés en quedarse, en lugar de seguir su viaje al norte del país.

Dijo que en su mayoría eran familias provenientes de Haití, algunos con niños menores de edad, ya que no recibieron ningún menor que viajaba sólo, y hallaron trabajo en la rama turística.

“En el área restaurantera les han brindado la oportunidad como lavaplatos, meseros, ayudantes de cocina. Una gran virtud, sobre todo en las personas de Haití, es que ellos vienen con toda la disposición de trabajar y algunos saben francés, portugués, inglés y en el área restaurantera y hotelera son algunas de las ventajas que les están viendo”, explicó.

Sin embargo, explicó que la mayoría (85 por ciento) continuó su camino rumbo a Estados Unidos e incluso Canadá.

Fue este grupo el que se manifestó molesto porque al llegar a Manzanillo no les ofrecieron un lugar para quedarse y trabajar para conseguir dinero y seguir su viaje.

“Ellos han cumplido su palabra y todo, pero ya cuando nos dan la tarjeta, ellos dicen: ‘Salgan y salgan’. Hasta en los albergues te quieren desalojar, porque traen más gente y quieren que desalojen. Deberían dar un apoyo al menos para estabilizarlo a uno”, reclamó Juan, de El Salvador, quien viajó con su hijo menor y su esposa embarazada.

Tras comenzar su negocio, el cual quiere ampliar para brindar pedicure, y pese a que los hombres en su familia no han conseguido trabajo, por lo que le preocupa el pago de la renta, Franchesca está agradecida con los mexicanos por su buen trato y pide a sus connacionales portarse bien.

“Que sigan igual, que sigan de buena gente porque no todos le dan la mano a los extranjeros como nosotros. Para los haitianos, si no estás en tu país compórtate bien, porque a veces te pueden llegar a pasarte cosas que no pensaste en que te iban a pasar por tu comportamiento”, pidió la joven.

MAAZ