Jalisco comenzó a aplicar la verificación de los vehículos de manera obligatoria, por medio del programa Verificación Responsable. Sin embargo, la medida ha causado polémica por la recaudación en medio de un escenario de pandemia, e incluso ya se han promovido amparos y se ha detectado la falsificación de hologramas.
El plan empezó a operar el pasado 1 de agosto y deben participar automotores particulares y de uso intensivo (taxis, autos de plataformas de movilidad, pickups, parque oficial y diésel).
La Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial de Jalisco dio a conocer, el pasado 5 de agosto, que presentó una denuncia ante la Fiscalía del estado, en contra de quien o quienes resulten responsables por vender en redes comprobantes falsos.
Indicó que para esa fecha, sólo había sido notificada de la admisión de cuatro juicios de amparo en contra del programa y en ninguno se había concedido suspensión provisional hasta ese momento.
El costo de la verificación es de 500 pesos, y si es fuera del tiempo, el costo sube 50 pesos, quedando en 550. En la actualidad, con Jalisco, Estado de México, Guanajuato Michoacán y Ciudad de México son las entidades que disponen de programas obligatorios para vigilar la emisión de contaminantes.
Ricardo Torres Jardón, investigador del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, reconoce que si bien este tipo de esfuerzos son importantes, hay retos como la población flotante de vehículos, cuyas placas están registradas en otras entidades, a fin de evadir el compromiso de los programas de verificación, lo complica el cumplimiento y el fin último de abatir la contaminación.
Por eso, en el programa jalisciense se abrió la opción de un permiso temporal de tránsito para abatir esta prácticas. El documento permite el paso de un vehículo por 60 días al año y ha generado polémica en algunos sectores económicos.
MAAZ