El Poder Judicial mexiquense (PJEDOMEX) ofreció acercamiento con las madres que se cortaron el cabello al ser negada la amnistía para sus hijos. Reportó que a la fecha, suman 578 solicitudes procedentes.
En un comunicado, el magistrado presidente, Ricardo Sodi Cuellar, expresó su disposición de instalar una mesa de diálogo y orientación, como explicar el sentido de las sentencias.
Además, el conocer caso por caso y analizar si existen desviaciones a la acción de la justicia. Reafirmó que existe una voluntad de total apertura de esta institución.
“Es muy respetable la protesta de las madres de personas privadas de la libertad, quienes se manifestaron este jueves frente al Tribunal Superior de Justicia de la entidad”, expresó.
Te podría interesar
En este sentido, Sodi Cuellar informó que al 23 de junio se han presentado 2 mil 67 solicitudes, de las cuales se han admitido mil 177 y concedido 579 amnistías.
Explicó que las que han sido desechadas es porque son improcedentes al tratarse de delitos de alto impacto que no son parte de la Ley de Amnistía estatal. Apuntó que éstos deben ir a la comisión del Legislativo y de proceder pedir el indulto al Poder Ejecutivo.
“Al Poder Judicial solo le corresponderá dar su opinión técnica, por lo que ya no es de su competencia recibir estas solicitudes”, recalcó.
El Tribunal Superior de Justicia también detalló que del total de solicitudes para amnistía, casi el 30 por ciento las han gestionado, a través del análisis de confrontación de datos, para detectar a posibles candidatos.
Otros 786 han sido presentadas por imputado; mil 191 por defensores; 62 por la familia; y 28 por la Comisión de Derechos Humanos del estado.
Después del mediodía de este jueves, mujeres se raparon en frente de la sede del Poder Judicial mexiquense, para pronunciarse sobre al menos 20 reos que no se les ha concedido la amnistía, pese advertirse violación a sus derechos.
Se trataron de madres, abuelitas, hermanas, primas y esposas de internos quienes reclamaron que entregaban la cabellera porque era lo último que les habían dejado y que viven un infierno junto a sus familiares encarcelados.
Por: Gerardo García
alg