La Fundación Mary Street Jenkins emitió un comunicado en el que responde a ciertas preguntas que han surgido en medios de comunicación sobre una “infundada e ilegal campaña de desinformación”.
El documento expone que Guillermo Jenkins de Landa (hijo), quien fue expulsado de la Fundación, se ha coludido con otras personas y ha denunciado penalmente a sus hermanos y a su propia madre.
Sobre su traslado a Puebla, la fundación destaca que se hizo para proteger su patrimonio y la continuidad de los cientos de donativos que otorga, y ante la persecución del entonces Gobernador Rafael Moreno Valle, quien buscaba apropiarse del patrimonio y control de las fundaciones en perjuicio de la asistencia social.
Señala además que la familia Jenkins y sus abogados fueron investigados y absueltos definitivamente de todo delito en mayo de 2018. Ahora se defienden porque los quieren volver a juzgar por los mismos hechos y eso viola sus derechos humanos.
Aclaró que el patrimonio de la Fundación está destinado a su objeto, está seguro y está siendo utilizado en favor de la asistencia social, como lo demuestran sus obras.
El patrimonio de la Fundación es privado, pertenece a la Fundación y está destinado únicamente a realizar proyectos de salud, educación, deporte y cultura, entre otros
Señaló además que la Fundación ha protegido a sus instituciones para que sigan prestando sus servicios a la comunidad mexicana, principalmente a la poblana, como ha sucedido por 67 años de existencia.
Dijo que la Fundación Mary Street Jenkins tiene los recursos suficientes para cumplir con su objeto y compromisos, como lo hace de forma ininterrumpida hasta el día de hoy.
El documento señala además que seguirán haciendo el bien en toda la República Mexicana, con apoyos, como por ejemplo, el donativo de ventiladores, el alojamiento gratuito para médicos y enfermeras durante la pandemia de Covid-19; la restauración de viviendas, iglesias y patrimonio cultural; la beca Jenkins-Del Toro, entre muchas obras más.
dhfm