Durante el primer año de pandemia por COVID-19, la venta de vivienda en el Estado de México registró una caída de entre 30 y 40 por ciento, fenómeno que se empezó a revertir hasta el mes de abril de 2021, aseguraron representantes de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) de diferentes delegaciones del Estado de México.
En la Zona de Metropolitana de Toluca y en el Noreste del Edomex, que comprende municipios como Tultitlán, Coacalco y Ecatepec, los precios de venta de las viviendas se mantuvieron.
Sin embargo, en las zonas residenciales del Valle de México, en sitios como Naucalpan, Tlalnepantla y Atizapán, los costos registraron una contracción de 12 por ciento, debido al crecimiento en la oferta, ya que el teletrabajo generó mucho desplazamiento de ciudadanos a otros lugares, señaló Mario Granillo, presidente de AMPI Metropolitano.
Aurora Nayeli Corral Manzano, presidenta de la AMPI en el Noreste del Estado de México, señaló que en localidades como Coacalco, Ecatepec, Tultepec, Tultitlán, Nezahualcóyotl, Tecámac y Texcoco, con casas de interés social, los precios de venta no se tuvieron que ajustar a la baja, pero muchas personas que perdieron el empleo vendían o rentaban sus propiedades para obtener ingresos.
“Preferían poner en venta o renta su inmueble porque no podían pagar un crédito hipotecario o porque tenían la solvencia económica y se iban a vivir con familiares”, explicó Corral Manzano.
Por otro lado, luego de meses de cierre por el confinamiento, las empresas y oficinas no pudieron sostener una renta y las ventajas del home office llevaron a sus propietarios a tomar la decisión de desocupar los espacios, ocasionando un aumento en las rentas de estos inmuebles de hasta 50 por ciento.
Berenice García Zumano, presidenta de AMPI Metropolitana Toluca, explicó que el principal problema fue el incumplimiento en el pago de renta, porque no había generación de ingresos: “En las zonas comerciales, las oficinas y locales siguen vacíos; ahorita no hay recursos”.
Por Leticia Ríos
PAL