GOBIERNO DE COLIMA

Maestros en Colima con mayores retos por Covid-19

Debido a la pandemia la atención a distancia de 135 mil estudiantes del nivel básico en la entidad, ha registrado un alto grado de deserción

NACIONAL

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Foto: Especial

Las aulas se cambiaron por pantallas digitales y de televisión para 135 mil estudiantes del nivel básico de Colima, que arrancaron el ciclo escolar 2020-2021 durante la pandemia de Covid-19.

El nuevo sistema de aprendizaje a distancia se convirtió en un verdadero reto para la educación, lo anterior debido a la existencia de una brecha digital que no da acceso a internet, televisión o un aparato inteligente a la totalidad de estudiantes.

“En mi contexto no se pueden conectar los niños todos los días, les llevó cuadernillos y los papás son los encargados porque buscamos de mil formas y nos hemos tenido que adaptar y ha sido muy pesado socioemocional para los papás y los niños y al final recalan con uno los papás porque sienten que es nuestra culpa y nosotros estamos ahí, tratan de buscar culpables y el primero que está en la fila es el maestro”, señaló a El Heraldo de México la maestra Katya Bravo.

Datos del INEGI revelan que en la entidad cerca de mil 900 hogares no cuentan con un televisor para ver los contenidos educativos que se transmiten por canales de señal abierta, más de 18 mil 300 viviendas de las zonas rurales no disponen de una computadora, mientras que, 17 mil más, no tienen acceso a una conexión de internet.

“Mi esposo trabaja en Tecomán y ahí no ha habido aceptación del trabajo a distancia, ha sido difícil, sé que de 10 o 15 niños que un maestro pueda tener, tres o cuatro están trabajando, el atraso va a ser muy grande y a ver qué haremos”, agregó Katya.

A pesar de todas estas carencias, muchos padres de familia, alumnos y docentes se tuvieron que adaptar a la nueva normalidad y los retos que implica aprender en línea.

Para algunos docentes, como Luis Delgado y Manuel Delgado, lo anterior representa la oportunidad de descubrir nuevas formas de aprendizaje.

“Más que nada es una enseñanza para todos porque hay que valorar muchas cosas, la escuela que muchos alumnos no quieren, incluso maestros que no quieren, es mucho trabajo y lo que tiene que hacer uno ahí, pero lo veo como una experiencia que nos hizo crecer, no podíamos salirnos de las casas, adecuarnos, para mí fue algo bueno, difícil claro que sí porque no podíamos ver a nuestras familias pero es una experiencia que nos prepara”, manifestó Luis. 

“Retador y sin embargo una oportunidad de replantearnos muchas cosas, ha probado que quienes nos dedicamos a la profesión de enseñar podemos hacerlo en cualquier circunstancia no es el espacio físico si no el hecho de que los muchachos aprendan qué es lo que a mí me tiene en la profesión”, añadió Manuel.

Mientras que para Mónica Barrera y Blanca Cervantes, ha sido un duro y verdadero reto.

“Ha sido muy pesado, yo estoy en el área de guardería pero ahorita en el caso de nosotros ya regresamos pero es un poco de temor para los alumnos y los papás o abuelitos”, indicó Blanca.

“Faltan los medios, en este caso no todos los niños tienen la posibilidad de internet, computadora o televisión y a partir de eso se han aplicado estrategias para que pueda llegar la educación las familias, los últiles”, agregó Mónica. 

De acuerdo con el doctor Pedagogía por la UNAM, Juan Carlos Yañez, uno de los principales retos que han tenido que enfrentar además del rezago educativo que se han agudizado, es la deserción escolar.

“Y que tenemos estados como Colima que tendremos nuevo gobierno estatal, cómo le van a hacer para reconectar para que vuelvan a la escuela una buena escuela los que ya se fueron durante estos 14-15 meses de pandemia”, explicó el especialista. 

Recordó que ha sido un año lleno de incertidumbre para los maestros, padres de familia y alumnos, pues en general los gobiernos estatal y federales han sido muy opacos y omisos, pese a que su obligación es informar en todo momento lo que viene ocurriendo, los cambios y decisiones que se tomarán. Sin embargo, también ha sido poca la exigencia de la población para estar informada.

Más allá de todas las carencias, reconoció que la educación a distancia dejó grandes aprendizajes, pues vuelve más importante la articulación entre la escuela y la familia.

“También nos dimos cuenta y aprendimos que los planes de estudio lo que llamamos currículum estaba en un libro de contenidos pero le faltaba vida, estaba desconectado de la realidad, de los jóvenes y que hace falta inyectarle vida a los contenidos y finalmente diría también en este recuento de los aprendizajes de la pandemia que la escuela la debemos reinventar, renovar”, concluyó.

Por Karina Solano

mfa