Con características de seguridad similares a las de un billete o cheque y con una producción que es resguardada por las fuerzas armadas, desde las últimas dos semanas se lleva a cabo la elaboración del papel para as boletas electorales que se utilizarán en los comicios del 6 de junio en todo el país, la cual se estima será superior a 93 millones 774 mil, que es la cifra de electores.
La aprobación de la boleta se realizó en febrero por el consejo general del Instituto Nacional Electoral (INE) y consta de 10 espacios para los partidos políticos y dos más para independientes.
El formato, supervisado por la Universidad Autónoma Metropolitana, cuenta con el diseño de los institutos políticos de manera proporcional en sus logotipos, a fin de asegurar un confiable y correcto sufragio de la población.
De acuerdo con el organismo, México es el único país del mundo que imprime mecanismos de seguridad en su boleta, para evitar falsificaciones; entre ellos, está la impresión de filamentos de plástico perceptibles sólo con luz ultravioleta y otros emblemas que se observan a simple vista.
El consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, explicó que estos mecanismos obligan al organismo a llevar un control absoluto sobre la cantidad de boletas que se producen y a garantizar que sea materialmente imposible reproducirlas ilegalmente.
El papel se fabrica con rodillos especiales en la Papelera de Chihuahua, donde elaboran 580 toneladas de papel seguridad, y luego las boletas se imprimen en los Talleres Gráficos de México, en la CDMX, a cargo de la Secretaría de Gobernación; ambos procesos son custodiados por el Ejército.
Por José Ríos
avh