El martes 20 de abril de 2021, el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal dio a conocer el ranking de las 50 ciudades más violentas del mundo durante el 2020. En la presentación del informe, una de las principales noticias fue que, de las diez ciudades con mayor violencia, siete de ellas pertenecen a México.
Este listado se ha realizado en 13 ediciones anuales y, en siete, México ha figurado en el primer lugar: del 2008 al 2010 y del 2017 al 2020. De acuerdo con la investigación, por cuarto año consecutivo, Celaya es la ciudad más violenta en el mundo, con una tasa superior a los 109 homicidios por cada cien mil habitantes.
En los primeros diez lugares están: Celaya, Tijuana, Juárez, Ciudad Obregón, Irapuato, Ensenada, St. Louis en Estados Unidos, Uruapan, Feira de Santana en Brasil y Cape Town en Sudáfrica.
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El país con más ciudades en el ranking
En el reporte respecto al año pasado, México también fue el país con mayor número de ciudades violentas con 18 en una lista de 50. Once ciudades pertenecen a Brasil, seis a Venezuela, cinco a Estados Unidos, 4 a Sudáfrica, dos a Colombia, dos a Honduras, una a Puerto Rico y una más a Jamaica.
Las otras ciudades mexicanas que figuran en el ranking son Zacatecas, Acapulco, Culiacán, Cuernavaca, Morelia, Chihuahua, Colima, Benito Juárez, Victoria, León y Minatitlán.
La peor política de control de crimen
José Antonio Ortega, presidente de la institución, denunció que la violencia en el país ha aumentado. Además, la crisis sanitaria ha sido un factor importante para perpetuar la inseguridad e impunidad.
“México ya lleva dos años como epicentro mundial de la violencia homicida. No es una casualidad. En 2019 y 2020 se ha aplicado la peor política de control del crimen por parte del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador”, aseguró.
La explicación que da Ortega es que no se actúa en contra de los grupos criminales, que son los principales responsables de la violencia, porque se supone que, si las fuerzas del orden no los molestan, ellos se portarán bien. También agregó que los programas de subsidios para que los delincuentes dejen de cometer delitos es una esperanza vacía.
Debido a estos números, la asociación hizo un llamado a las organizaciones ciudadanas, sociales, agrupaciones religiosas y líderes para reactivar la denuncia ciudadana, para alzar la voz y dejar de poner a la población en riesgo.
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