“Relaje su brazo, tranquilo, es muy rápido”, le pidió la teniente enfermera, Melina Vega, al presidente Andrés Manuel López Obrador, y luego tomó el brazo izquierdo e inyectó la primera dosis de la vacuna anti COVID-19.
El presidente le hizo caso y en un parpadeo fue vacunado con el biológico de AstraZeneca: “no me dolió”, respondió aliviado el mandatario.
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La vacunación fue al final de la mañanera, pues era necesario estar 30 minutos en observación 30, incluso le advirtió que puede haber reacciones como dolor de cabeza, malestar general, cansancio o fiebre.
El presidente explicó que lo hizo de esta forma para hacer una convocatoria a los adultos mayores que todavía no se han vacunado y dijo que la vacuna es segura.
Por Francisco Nieto
PAL