Rosibel Arriaga y René, madre y hermano de la salvadoreña Victoria Salazar, viajaron a México para reclamar el cuerpo de su hija y hermana, quien fue sometida por policías municipales de Tulum hasta que le provocaron la muerte.
La familia llegó desde el miércoles por la noche al Aeropuerto Internacional de Cancún, donde fue recibida por el titular de la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo, Óscar Montes de Oca Rosales, sin que se permitiera contacto con la prensa.
Horas después la madre y el hermano de Victoria se reunieron con el presidente municipal de Tulum, para iniciar los trámites necesarios con el objetivo de reclamar el cuerpo de la víctima.
El alcalde aseguró que también el Sistema de Desarrollo Integral de la Familia (DIF) está brindando asistencia a las dos hijas huérfanas, tras la denuncia presentada por abuso sexual en contra de una de ellas.
Esta mañana se llevó a cabo otra reunión en donde participaron autoridades de los tres órdenes de gobierno, representantes la Subsecretaría de Derechos Humanos y la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Conavim), así como el secretario de Gobierno de Quintana Roo, Arturo Contreras; el secretario de Seguridad Pública estatal, Lucio Hernández, la titular del Instituto de la Mujer, Silvia Damión y la comisionada de Atención a Víctimas, Karla Rivero.
Rosibel Arriaga, antes viajar a México, solicitó públicamente al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, que le “eche una mano” y brinde ayuda humanitaria a sus nietas huérfanas, pues teme que se queden en México, pero tampoco desea llevarlas a El Salvador, donde también atraviesan por condiciones críticas de seguridad.
En tanto, los cuatro policías involucrados continúan bajo medida cautelar de prisión preventiva, hasta que se venza el término constitucional y un juez determine si se les vincula o no a proceso por el delito de homicidio.