La pandemia por Covid-19 ha provocado que miles de niños en todo el mundo permanezcan en sus hogares para evitar contagios, usando la tecnología como medio para continuar con la educación a distancia. Sin embargo, esto ha significado una gran diferencia en el aprendizaje de algunos niños al no contar con los recursos necesarios.
Además del interés académico que significa asistir a las escuelas, los niños y adolescentes que han permanecido por casi un año en cuarentena, aprenden otras habilidades como las sociales y emocionales. Además, las instituciones significan un lugar seguro donde pueden estar mientras sus padres o tutores trabajan.
Aunque hay países en el mundo que han optado por el regreso a las aulas, se han tomado estrictas medidas sanitarias para evitar contagios y la propagación del virus entre la comunidad estudiantil, profesores y las familias de los niños que asisten a clases.
Medidas ante el regreso a clases
En China, que fue el país donde se originó el virus, volvieron a clases luego de meses en cuarentena. El mundo entero puso los ojos sobre Wuhan, donde hoy en día los estudiantes asisten sin cubrebocas a las aulas.
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En algunos países optaron por intercalar los días de asistencia, para que no todos los niños asistieran diario a las clases y evitar que las aulas quedaran completamente llenas. Además, el uso obligatorio del cubrebocas y/o careta es practicante un instrumento escolar más.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un estudio en mayo del 2020, en donde se dan algunas de las medidas que deben considerar los países de todo el mundo para el regreso de los alumnos a los salones de clases.
Una de las situaciones a considerar es la del traslado seguro para los niños a las escuelas, otra de ellas es la tendencia de casos de Covid-19 en el área y el nivel de colaboración y coordinación entre las escuelas y las autoridades de salud pública.
Se debe tomar en cuenta las medidas y los recursos que se tienen para garantizar la higiene de manos y vías respiratorias. Además los espacios para permitir el distanciamiento físico tanto dentro de las aulas como en los lugares abiertos, que debe ser de un metro de distancia entre un alumno y otro.
La capacitación del personal escolar sobre operaciones seguras es de gran importancia, así como tener maestros suficientes para realizar los cambios necesarios y garantizar el bienestar. Aunque dependerá de la edad de los alumnos, la OMS sugiere considerar el tiempo de juego para los menores.
Con información de la OMS
cvg