SERVICIOS FUNERARIOS

Intentan defraudar con apoyos funerarios

Detecta el DIF más de 70 mil casos de personas que buscan cobrar el apoyo sin ser deudos

NACIONAL

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AYUDA. El objetivo del programa es contribuir con gastos para la sepultura o cremación. Foto: Guillermo O'GamCréditos: Foto: Guillermo O'Gam

En el Programa de Apoyos para Gastos Funerarios a Familiares de Personas Fallecidas por COVID-19 se han encontrado casos de personas que intentan duplicar el cobro o buscan obtener el beneficio sin ser familiares de los difuntos.

Hay quienes, por una persona, familiares diferentes han pretendido conseguir los 11 mil 460 pesos que otorga el gobierno federal, por lo que la solicitud es rechazada.

Información del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (SNDIF), señala que de las 146 mil 566 solicitudes de apoyo para gastos funerarios recibidas, casi la mitad ha sido rechazada, es decir, más de 70 mil.

La razón principal para no aceptar la solicitud es que, en 32 mil 838 casos, los familiares no presentaron la documentación completa.

En 16 mil 233 solicitudes, la gente que pidió los recursos no pudo acreditar el parentesco, y en 7 mil 515, no demostró la causa de muerte. 

Hasta el momento, también 167 casos fueron rechazados porque se encontró que se había aprobado la prestación por la persona fallecida.

Uno de ellos fue el de dos hermanos que buscaron cobrar por el fallecimiento de su madre, pero el sistema los detectó y rechazó su petición.

En 12 casos más, se ubicaron registros de fallecimiento antes del 18 de marzo de 2020, fecha en que se confirmó la primera defunción por Sars Cov2, tampoco procedió la ayuda.

De las 63 mil 981 solicitudes aprobadas, el Sistema Nacional DIF ha cubierto 30 mil apoyos con 343 millones de pesos.

Quienes han solicitado más apoyos son las hijas, con 32 por ciento, seguidos de los hijos, con 25 por ciento. También con 25 por ciento, las esposas han hecho la solicitud, otorgándoles la ayuda y en menor cantidad, el marido con cinco por ciento de solicitudes.


Por Almaquio García
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