Leonel Gómez Zepeda, uno de los 56 migrantes que murió en el trágico accidente de tráiler el pasado 9 de diciembre en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, fue sepultado este lunes en el panteón municipal de Malacatán, una pequeña ciudad de Guatemala localizada a 15 kilómetros de la frontera con México, en el departamento de San Marcos.
Leonel se fue de casa tres días antes del fatal desenlace que tuvo junto a otros 55 extranjeros. Se despidió de sus cuatro hijas el 6 de diciembre en el parque central de su natal Malacatán, a las que prometió llegaría a Estados Unidos y desde allá les enviaría dinero para su educación y subsistencia en este país centroamericano.
Pero el viaje fue efímero. Tardó 14 días en volver a casa, aunque ahora en un ataúd. Su arribo fue cerca de la una de la madrugada del pasado 18 de diciembre al aeropuerto Internacional La Aurora, en Ciudad de Guatemala, para después ser trasladado vía terrestre por más de 278 kilómetros hasta su lugar de origen.
El hombre de 42 años tenía afición por el fútbol, a tal punto que fue jugador profesional en la división especial del Malacateco F.C., el equipo local que ahora juega en la primera división del fútbol guatemalteco.
Allí se hizo amigo de muchos, con quienes celebró el ascenso al máximo circuito del fútbol en su país.
“Era delantero, pegaba bien al balón y tenía empuje en el área contraria, se tuvo que ir del fútbol para buscar nuevas oportunidades, primero aquí en Guate y luego en ese viaje que le quitó la vida”, relató un oficial de Tránsito que también jugó al fútbol y ahora abandera el funeral de Leonel rumbo al cementerio.
El guatemalteco dejó huérfanas de padre a Alexandra, de 17 años; Katherine, de 15; Sharon, de 13; y Yesenia, de 9 años, las cuatro reunidas ante el féretro de su padre que tuvo que pagar a traficantes de humanos para intentar llegar a la unión americana.
El Heraldo de México conversó con las hijas del finado, que señalaron vieron a su padre días antes de partir, pero nunca imaginaron que el resultado de ese viaje sería la muerte. Desde la más pequeña a la más grande no logran aun comprender la magnitud de lo que Leonel intentó y resultó mal.
“Ya sabíamos que no lo íbamos a ver por mucho tiempo, pero ahora ya no lo veremos nunca”, dijo su hija mayor, mientras que la menor logra comprender la frase y revienta en llanto.
Leonel es de los primeros y pocos migrantes que han sido identificados y repatriados a su país de origen. Tuvo que ahorrar por varios meses para reunir el dinero que lo llevaría al que su familia denomina el “viaje eterno”.
El ex futbolista no ha sido el único guatemalteco sepultado este día. Otro ciudadano Malacateco también ha sido recibido por su familia y enterrado horas antes en el mismo cementerio. Se trata de un hombre identificado como Cecilio, dedicado a conducir un camión de pasajeros desde su ciudad hacia la franja fronteriza con México.
Mientras tanto, en el norte de Guatemala, los cuerpos de otros dos migrantes han sido sepultados con la presión del gobierno guatemalteco, bajo el argumento que el grado de descomposición de los cuerpos es avanzado.
En los próximos días, a unos días de que concluya el 2021, las repatriaciones continuarán desde Tuxtla Gutiérrez hacia Centroamérica, mientras que algunos cuerpos siguen sin poder ser identificados en la tragedia que enluta a México y Guatemala.
CAR