FUGA DE CEREBROS

Día del Urbanismo: La importancia de la planificación para una vida sustentable en las ciudades

Una reflexión sobre este 8 de noviembre, Día del Urbanismo. Debemos repensar el papel de los planeadores de las ciudades en México

NACIONAL

·
Los planeadores y el urbanismo son importantes Foto: EspecialCréditos: Especial

La tendencia global hacia el crecimiento urbano ha hecho que las ciudades sean foco de intensos debates.

La aspiración hacia mejores modelos de ciudad ha hecho popular adjetivos como resilientes, sustentables, equitativas y accesibles. Se entiende que los urbanistas son los profesionales que se encargan de esto, pero ante un cargo tan ambicioso, y en su intersección con muchas otras disciplinas, es pertinente una reflexión sobre su papel.

Las visiones de planeación urbana han cambiado durante el tiempo. Aún está muy arraigada la visión racionalista (o técnica), que asume que la planeación existe en la medida que está mediada por expertos y sus lineamientos, es decir de arriba-abajo.

Otros enfoques critican la técnica como verdad única y abogaban hacia enfoques de planeación comunitaria, es decir de abajo hacia arriba. Sin ser enteramente nuevo, el enfoque desde la ciencia ecológica ha refrescado la concepción sistémica de la ciudad.

La visión comunitaria integra el conocimiento técnico como una herramienta más, en una toma de decisiones colectiva. Por otra parte, la visión técnica no es homogénea pues distintas disciplinas valoran de manera diferente sus ámbitos de acción en la ciudad e incluso conflictúan sus prioridades.

¿Qué es urbanismo? La planeación urbana aborda el análisis de qué ciudad queremos y cómo llegar a ese punto, es por naturaleza el arte de manejar el conflicto. Las disputas ambientales, sociales y/o económicas, entre diferentes actores con intereses propios, se intersectan en tiempo y espacio en la ciudad.

El buscar la equidad, visibilizar distintas voces, declarar explícitamente valores, y la intervención guiada por evidencia deberían ser los ejes rectores de la planeación. Así, el planificador sería un puente, o facilitador, entre el conocimiento técnico y comunitario con los procesos de elección social.

Te puede interesar: México, la próxima capital de la innovación de América Latina en el negocio de startups

Los pilares del Urbanismo, más allá de construir en la Arquitectura

En México, la mayoría de programas académicos se han enfocado en incorporar lo que se podría llamar como teorías “en” planeación. Sin embargo, poco enfoque ha tenido el desarrollo en teorías “de” planeación.

Existe poco análisis sobre cómo articular el engranaje de diversos planes y las estructuras de su evaluación. Se debería considerar la planeación como un ente académico y de formación profesional diferente de la rama de la arquitectura que comúnmente llaman “urbanismo”.

Si hemos de esperar sustancia en los nuevos instrumentos de planeación dependerá, en parte, de una visión más integradora de la planificación.

  • Un buen plan necesita construir legitimidad. Las autoridades electas no tienen que ser expertas en la misma, pero sí involucrarse de manera responsable con el contenido de los proyectos.
     
  • Un plan debe ser robusto para que diferentes posiciones políticas (sin extremos) los encuentren útiles para aplicar sus convicciones de política pública, y no los ignoren al verlos como una acotación a su toma de decisiones.
     
  • Un plan invariablemente influye en cómo se ejerce el presupuesto, para evitar obras innecesarias, pero electoreras, o sin las especificaciones mínimas necesarias, y promover obras requeridas pero que “no se ven”.
     
  • Un plan no sustituye a la política, la democracia será la vía de para la decisión final, pero el plan la sustenta y marca las bases.
     
  • Un plan debería además coadyuvar a la gobernanza, y a la formación de gobiernos locales más fuertes, pero a la vez con mejores instrumentos de transparencia y rendición de cuentas.

Los municipios apenas pueden administrar y en realidad hacen poca planeación. Un buen y comprensivo plan urbano también ayudaría a evaluar el desempeño de los gobiernos, aquellos en funciones y los pasados.

Principalmente en términos de un análisis que evalúe la medida en que se lograron redireccionar, hacia el estado deseado, los procesos urbanos que se pretendieron intervenir.

Planificar no debería asumirse como solo la presentación de un listado de obras de infraestructura, o un diagrama del cómo “se debe” ver la ciudad. Es entenderlo como proceso de deliberación social multidisciplinario y multidimensional. La confluencia entre la técnica, los valores y la política pública.
 

Por: Dorian Bautista-Hernández. Biólogo, Maestro en Desarrollo Sostenible y doctor en Planeación Urbana, este último por la Universidad de Washington, USA. Twitter:@dobautistah