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Pobladores de Ocoyoacac viven inundados desde hace 30 días

Las lluvias dejaron anegadas las calles, muchos han abandonado sus hogares

NACIONAL

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PAISAJE SOMBRÍO. Los pobladores acusan que sólo han recibido despensas y botas, pero ninguna solución concreta. Foto: EspecialCréditos: Foto: Especial

Entre agua fétida, moscas, mosquitos y ajolotes, viven los pobladores de San Pedro Cholula, en Ocoyoacac, desde hace 30 días, después de que las lluvias han dejado anegadas casas y calles.

La mayoría de los habitantes optaron por abandonar sus hogares y salvar lo indispensable; algunos lo hicieron en carretillas.

Las calles son intransitables y sólo pueden caminar por las banquetas, pues la altura del agua de lluvia es entre 10 y 40 cm, y está mezclada con aguas negras.

Muchos se muestran renuentes a compartir su historia porque dicen que cada año piden obras para evitar inundaciones, pero las autoridades sólo se limitan a visitarlos y darles despensas y botas. Acusaron que el gobierno, sea del color que sea, dan el mismo resultado, sólo los dotan de botas de plástico para que puedan caminar por las calles y andar en sus casas. Exigieron que se elabore un plan en la zona que evite las inundaciones.

Celia Pérez Martínez, quien es vendedora de verduras y vive a un lado del río Chichipicas, aseguró que ellos son los más afectados, pues cuando bajan las avenidas desde lo alto del poblado, el agua termina dentro de sus casas: “Hemos buscado soluciones, pero es lo mismo, no nos dan nada”, lamentó.

Mientras se espantaba los mosquitos de la cara y brazos, pidió que además se envíen brigadas para fumigar insectos que revolotean en el ambiente por el agua estancada, porque temen infecciones.

No lejos de ahí estaba Germán Enríquez, quien se quejó de que el problema que arrastran es añejo, porque carecen de salidas desde el poblado al Río Ocoyoacac y el agua se estanca, y aunque hay bombas, éstas no son suficientes para drenar el agua pluvial.

“Muchas casas están inundadas, muchos las abandonaron; hay un albergue en la Casa de Cultura, donde están hospedados porque ya no pueden vivir aquí”, afirmó.

CAR