Aunque tiene un olor muy fuerte, en una pastelería de Toluca decidieron innovar y ponerle relleno de crema de pétalos de cempasúchil a un pan de muerto, el cual ha tenido éxito.
También el alfeñique es un icono en la capital mexiquense, por lo que se crearon panes de muerto decorados con este dulce.
Carolina Valdés recordó que después de mucho tiempo, llegaron al pan de muerto de cempasúchil, que huele a naranja y evoca los aromas del Día de Muertos.
La creación de los denominados “sabores mexicanos” salieron después de una reunión entre sus compañeros de trabajo y una chef, como parte de la carta que ofrecen y que sólo serían para temporada.
Para el pan de muerto con crema de cempasúchil contactaron a un invernadero, cuya flor mexicana es cultivada sin fertilizantes, químicos ni pesticidas, porque es para uso comestible.
Aún así lavan bien las hojas, las deshidratan y hacen el concentrado que mezclan con la crema del pastel más pedido del lugar. El resultado va dentro del pan de muerto, que decoran con algunas hojas deshidratadas.
Los sabores mexicanos han atraído muchos clientes, tantos que en un día hacen hasta 20 panes de muerto de todos los sabores. Aunque estaban pensados para una única vez, los nuevos sabores llegaron para quedarse y la próxima temporada nuevamente estarán presentes.
Los otros panes de muerto son de chocolate, guayaba rosa y camote rosa con cenizas, entre otras combinaciones.
CON DULCE DE ALFEÑIQUE
En otra parte de la capital mexiquense, hay una innovación de pan de muerto decorado como si fuera una calaverita de azúcar, con dulce de alfeñique.
Para María de Jesús Cedillo, la repostería era mera afición que se convirtió en su forma de trabajar y en un proyecto familiar; la idea surgió al fusionar ambos productos tradicionales, que dio como resultado los panes decorados.
CAR