La pandemia de Covid-19 golpeó la economía de todos los restaurantes de Yucatán, principalmente porque la llegada de turistas disminuyó de manera drástica. Por tal razón, la fusión de platillos mexicanos y yucatecos se está volviendo una opción para volver a atraer visitantes.
Con chilaquiles, pizza y hasta lasaña de cochinita pibil, el restaurante Cartas a Frida, ubicado en el barrio de Santa Lucía, uno de los más tradicionales del Centro Histórico de Mérida, llama la atención de los turistas nacionales y extranjeros.
“Buscamos expresar arte a través de la comida, por eso le apostamos a la comida mexicana casera y fusión. Tomamos los platillos icónicos y le damos nuestro propio toque”, explicó Doménica Díaz Quintana, propietaria de ese restaurante.
La gastronomía mexicana y yucateca son reconocidas mundialmente, por lo que tanto empresarios restauranteros como las autoridades estatales esperan que sean un motivo de atracción de turismo.
“Han sido meses muy difíciles porque tuvimos que cerrar por la pandemia, y ahora el turismo no es ni la cuarta parte que lo que solía ser, por eso estamos dando batalla a través del arte de la comida”, señaló.
La fusión de ingredientes, sabores y platillos es una opción para que la gente vuelva a los restaurantes, pero en el caso de la gastronomía yucateca, Cartas a Frida cuida los detalles, pues esta oferta en su menú toma por sorpresa a los clientes.
“Pero una vez que lo prueban, salen muy contentos, es un tributo que le hacemos a la comida de Yucatán”, explicó Doménica.
Y también hay otras opciones, como las hamburguesas con pan de muerto hechas de harina chile habanero, camarón con chaya, o los esquites con mayonesa de longaniza de Valladolid y crema Xkatik, y para beber, margaritas de chile habanero, es decir, utilizando ingredientes tradicionales de Yucatán.
Por Herbeth Escalante
