Melissa, de 20 años de edad, sufrió un accidente laboral mientras trabajaba con una máquina. Ella recuerda el dolor cuando el aparato le amputó su brazo, estaba aterrorizada.
“Al momento del accidente no sentía dolor, pero sí pánico, gritaba y pedí ayuda a mis compañeros. Me sentía incompleta, creía que mi brazo se había destruido totalmente y los médicos me dijeron que no me aseguraban salvar mi extremidad, pero que iban a hacer su mejor trabajo. Me estaba haciendo a la idea que perdería mi brazo”, narró Melissa.
Por la hemorragia perdió el conocimiento, llegó al IMSS en estado de choque y con pérdida importante de sangre.
El IMSS al recibir el reporte del accidente preparó a los especialistas mientras arribaba la ambulancia que trasladó a Melissa, fueron 20 minutos de espera en la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) No. 1 en León, Guanajuato.
“La estabilizan en el área de Choque de Admisión Continúa, ya estaban esperando las especialidades involucradas”, explicó la doctora intensivista Alma Erika Hernández.
Melissa entró de inmediato a Quirófano, la cirugía para reimplantar totalmente el brazo duró siete horas y distintos especialistas trabajaron coordinadamente: Traumatología y Ortopedia, Cirugía Reconstructiva y Angiología.
“Me dijeron que iba a ser una operación muy difícil, que quizás no pudieran recuperar mi brazo, no me aseguraron nada, salvo que iban a hacer su mejor trabajo”, recuerda Melissa.
El reimplante total del brazo derecho se practicó con éxito, se tomaron injertos de la pierna izquierda de la paciente para darle nuevamente circulación a la extremidad amputada y lograr su sobrevivencia.
“El primero paso obviamente era colocar el hueso en su lugar, con una fijación externa para poder mantener el brazo y dar oportunidad que otras especialidades continuaran trabajando”, explicó el traumatólogo Rafael Ángel Bonilla quien trabajó conjuntamente con el médico Luis Javier Ávila Reyes.
Este tipo de cirugías son complicadas y laboriosas, muchas veces el pronóstico es reservado.
“Es una cirugía en la que se tiene que llevar circulación a la extremidad para que esta pueda sobrevivir este tipo de traumatismos”, añadió el angiólogo Ranulfo Cendejas Mendivil.
Por su parte el especialista en Cirugía Reconstructiva, Juan José Fernández Cadena explicó cuál fue su labor durante el reimplante total del brazo.
“Primero en la parte vascular, ayudando a la extremidad amputada para ver qué posibilidad teníamos para hacer una reparación lo más completa posible”.
Así se trabajo de inicio en los vasos y nervios afectados para lograr el reimplante. Aunque el pronóstico funcional de la extremidad es reservado, se logró un gran trabajo en lo estético para beneficio de la derechohabiente, al no registrar pérdida total del brazo.
Por lo pronto, Melissa reacciona bien al reimplante, se le colocó un aparato fijador externo que le da estabilidad y soporte al brazo, así lo tendrá entre cuatro a seis meses. Posteriormente, la paciente iniciará con rehabilitación para evitar que el brazo se contraiga.
“Voltee y vi mi brazo. Sentí un gran alivio al saber que mis doctores habían logrado reconstruirlo. Gracias a ellos estoy completa, tal vez no recupere movimiento, pero sé que hicieron su mejor trabajo. Estoy muy agradecida de que exista el IMSS y doy gracias a todos por el trabajo que realizaron. Soy una muestra de que hacen una gran labor y la hacen muy bien”, dijo sonriendo Melissa.
En tanto que Clara, su madre, agradeció el profesionalismo del personal médico, su capacidad y habilidad cada uno en su especialización. Subrayó que su hija fue atendida con eficiencia y calidad humana.