El templo de la Virgen de Guadalupe es el santuario al que miles de creyentes alrededor del mundo aspiran con un día visitar, pues su veneración es la representación del cristianismo en México y América Latina.
Es su figura la que los invasores europeos utilización para la evangelización de todo un continente. La Basílica de Guadalupe recibe a millones de feligreses, tan sólo en la celebración del 12 de diciembre, las autoridades de la alcaldía Gustavo A. Madero de la Ciudad de México reportaron en 2019, un total de 10 millones 916 mil 737 visitantes.
Los creyentes llegan hasta sus pies en bicicletas, caballos, a pie e incluso de rodillas, el fervor se traduce en figuras de yeso de tamaño monumental sobre las espaldas de quienes suplican protección y recibir los favores que la “Emperatriz de América” les pueda conceder.
La tradición dicta que la advocación mariana de “La Guadalupana” se reveló ante el ahora santificado indígena Juan Diego por primera vez el 9 de diciembre de 1531, para completar un total de seis, ocurriendo la última al mediodía del 12 de diciembre, donde se cuenta la aparición se plasmó sobre el ayate del comerciante con la intención de que las autoridades eclesiásticas, incluido el obispo fray Juan de Zumárraga, creyeran la historia.
Las apariciones se dieron en el Cerro del Tepeyac, lugar en el que según los católicos “La Morenita” pidió se le construyera un templo.
A pesar de ser uno de los centros religiosos más visitados y una representación de México en el mundo, pocas personas saben exactamente la ubicación en la que de acuerdo al relato se presenció el “milagro guadalupano”.
¿Dónde se apareció la Virgen de Guadalupe?
Para descubrirlo no hay más que recorrer los alrededores de la basílica que fue construida entre 1974 y 1976 con la intención de dar albergue a más fieles. La construcción es obra de los arquitectos Pedro Ramírez Vázquez, José Luis Benlliure, Alejandro Schoenhofer, fray Gabriel Chávez de la Mora y Javier García Lascuráin.
A un costado el templo principal, una sencilla representación de piedra se puede mirar cerca de los jardines de lugar, es allá por donde los visitantes aprovechan para conocer su suerte con los “pajaritos” o lanzar una moneda a la fuente con el mismo objetivo.
Una placa metálica dañada por el Sol anuncia el lugar de las Tres Piedras, donde de acuerdo a la tradición, la virgen de Guadalupe se reunió con Juan Diego y le dijo que su tío Bernardino se repondría de su enfermedad.
Capilla del Cerrito
En todo lo alto del santuario se alza una capilla a la que se llega luego de “cumplir una penitencia con los escalores”, se trata de un edificio construido con el fin de recordar el “milagro de las rosas”, pues en este sitio, según la tradición, la virgen pidió a Juan Diego la recolección de las rosas de castilla que le presentaría a fray Juan de Zumárraga.
La construcción data de 1666. A su alrededor hay cuatro arcángeles obra del escultor Ernesto Tamariz, por lo que se le denomina Capilla de Los Ángeles. En el atrio fue colocada una cruz del apostolado en 1895.
Otros sitios
Además, dentro del recinto hay existen diversas edificaciones y elementos con lo que los visitantes frecuentemente conviven, pero no conocen.
Expiatorio a Cristo Rey
Se trata de la denominada “Vieja Villita” que según los registros inició su construcción en 1695 y finalizó en 1709. Su estilo barroco fue obra de Pedro de Arrieta.
El Pocito
La capilla del pocito, fue construida para albergar una fuente de “aguas milagrosas” hasta la que acudían las personas a beber y los enfermos para lavar sus heridas, sin embargo, se convirtió en un foco de infección. El arquitecto fue Francisco Guerrero y Torres y se edificó entre 1777 y 1791.
La Vela del Marino
Se trata de un exvoto, es decir, de una ofrenda o una muestra de agradecimiento hacia una deidad. Este monumento se puede ver desde lo lejos y según las inscripciones, es la historia de un buque que sufrió de un temporal en el mar y perdió el timón, la tripulación se encomendó a la virgen y prometieron llevar hasta su santuario el mástil del navío.
Todos a bordo se salvaron y trajeron desde el puerto de Veracruz la parte del buque sobre sus hombros, que se dice se halla dentro de la figura.
La ofrenda
Este pasaje del conjunto de la “Villa de Guadalupe” es sin duda uno de los más fotografiados por los fieles y los visitantes, quienes hacen fila por obtener un recuerdo en el lugar. Hasta ahí se puede llegar cruzando el atrio hacia la Capilla del Pocito, o al bajar del “Cerrito” pasar por la fuente de Quetzalcóatl (sitio donde se dio la segunda y tercera aparición de la virgen).
Carrión
Es popularmente conocido como “El Reloj”, funge como campanario dentro del santuario y fue inaugurado en 1991. Es obra del arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, se compone por la parte frontal un reloj civil y un astrolabio o reloj astronómico, es decir, el que usaban los marinos para guiarse en altamar.
También hay un reloj solar; uno azteca se halla del costado izquierdo, mismo que con la Luna, indicaba los tiempos de cosecha y siembra. Además se compone de un cliclorama donde se presenta la representación de la historia de la virgen con figuras mecánicas.
Museo
Además, los paseantes pueden visitar el Museo de la Basílica de Guadalupe, en el que se halla arte sacro que el clero ha ido adquiriendo, se inauguró en 1941, pero luego de que se abrió al público el templo en 1976 se le dieron nuevos espacios. Este lugar se halla en la parte posterior izquierda del antiguo templo. Tiene la colección más grande dedicada al "fervor guadalupano".