Luego de lo sucedido en la celebración de San Judas Tadeo, y para evitar el desbordamiento de personas, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso de la Ciudad de México, Víctor Hugo Lobo, exhortó a las autoridades de la iglesia católica, detener, desde su lugar de origen, a las peregrinaciones que se realicen en la Basílica de Guadalupe y mantener cerrado el templo mariano, de acuerdo a las restricciones sanitarias.
También pidió al gobierno CDMX instrumentar el operativo “Amigo Peregrino-celebra en Casa” durante todo el mes de diciembre y en especial durante los días 10,11,12 y 13 para informar, atender y disuadir a todos los grupos de viajeros que año con año, acuden al cerro del Tepeyac para celebrar a la Virgen Morena y que, a pesar de las restricciones, intenten, movidos por su fé, caminar hasta la sede religiosa, en la alcaldía Gustavo A. Madero.
De acuerdo al operativo que propone, Lobo Román expuso que se deberán instalar, además, centros de atención médica, orientación sanitaria y persuasión cristiana, en todos los accesos carreteros a la Ciudad de México, así como en las principales avenidas que confluyen a la Basílica de Guadalupe para exhortar a los peregrinos a regresar a sus lugares de origen y escuchar por la televisión, las tradicionales mañanitas y la liturgia religiosa que por esta ocasión serán a puerta cerrada.
Como alternativa para que puedan acompañar la celebración, dijo,se tiene que realizar una transmisión especial por Internet y por televisión abierta de toda la liturgia religiosa y las tradicionales mañanitas que se llevan a cabo en punto de las 23:00 horas del 11 de diciembre.
El también coordinador parlamentario del PRD, señaló que una vez que las autoridades anunciaron la suspensión de las celebraciones del 12 de diciembre, para evitar las concentraciones humanas que llegan a reunir en esa fecha hasta 10 millones de peregrinos en un radio de 3 kilómetros alrededor del templo mariano, es indispensable instrumentar el operativo especial para atender a los peregrinos que por desconocimiento, o por devoción cristiana, pretendan trasladarse al templo religioso.
Por Jorge Almaquio García Chagoya