El domingo 25 de octubre inicia el Horario de invierno, es decir, los relojes se tendrán que atrasar una hora. Por ello, amanecerá con más luz y obscurecerá más temprano.
Orignalmente, la idea de un cambio de horario fue de Benjamín Franklin, con la intención de ahorrar energía. Aunque en principio no le hicieron mucho caso, después se establecieron algunas medidas para evitar el consumo energético excesivo.
Y aunque es una gran idea para reducir el uso de energía y crear menos contaminación, también existen consecuencias negativas para las personas. Éstas son algunas:
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Efectos negativos del cambio de horario
Durante varios días puede haber falta de sueño. En promedio se pueden perder entre 50 y 70 minutos de descanso durante los primeros días, en un efecto parecido al del Jet lag que sucede en los viajes intercontinentales.
Esa falta de sueño puede tener problemas para la salud. Existe mayor riesgo de sufrir infartos y otro tipo de accidentes cardiovasculares.
Además, la falta de sueño puede ser peligrosa para las personas que utilizan maquinaria pesada en su trabajo. Esto incluye también a las personas que conducen automóvil para trasladarse, porque la velocidad de reacción se ve afectada por la falta de descanso.
Por último, la producción en el trabajo se puede ver reducida durante los primeros días. No sólo por el cansancio físico sino por la incapacidad de concentrarse por la falta de sueño.
Aunque una buena organización y programar correctamente los descansos pueden hacer que el cambio de horario sólo tenga buenas noticias para todos nosotros.