La alumna de una escuela tiene discapacidad física, por lo que solicitó a las autoridades escolares asignarle a su grupo de quinto grado un salón en la planta baja del plantel porque no puede usar escaleras.
Debido a que en la escuela rechazaron su petición, la alumna promovió un amparo que fue atraído por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
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El máximo tribunal del país decidió conocer del caso por considerar que la resolución puede definir las obligaciones de los planteles a realizar ajustes en su infraestructura para garantizar a los estudiantes con discapacidad su derecho a la educación en condiciones de igualdad y no discriminación.
La ministra Margarita Ríos Farjat propuso a la Primera Sala revisar este asunto ante la posibilidad de que se definan cuestiones relacionadas con la protección de los derechos a la igualdad, salud y educación inclusiva de niños y adolescentes.
Por: Diana Martínez
mfa