Todo por no admitir su error y quedar destituidos de su cargo, este par de policías del municipio de Soacha, Cundinamarca, Colombia; decidieron engañar a las autoridades y uno de ellos tragarse un soborno de parte de un comerciante. Aunque fueron detenidos, confrontados y su vida corría peligro, los oficiales no quisieron aceptar sus delitos. Todo empezó cuando quisieron extorsionar a un comerciante por un proceso judicial al que había sido vinculado hace muchos años. El crimen que cargaba este sujeto era de índole sexual, y para no ser detenido (además de ser llevado preso), pagó la cantidad de 500 mil pesos colombianos —que son poco más de dos millones de pesos mexicanos—.
Los uniformados no querían que les confiscaran el soborno
Desesperados por ocultar la evidencia, uno de ellos tragó los billetes para así evitar que se los confiscaran. Aunque las demás autoridades lo confrontaron él aseguró no tener nada "en su mano" e incluso negó el hecho de haber extorsionado a "la víctima" y haber aceptado el soborno.
"Yo no tengo nada. No he recibido nada. No sé de qué me están hablando", se le escuchó decir al policía con mucha dificultad al hablar, pues se le cortaba la respiración
Recordemos que el oficial ingirió la suma de 500 mil pesos colombianos, y el pasado martes el video de la confrontación con las autoridades —en donde evidentemente se estaba ahogando— se volvió viral en las redes sociales. Frente a esto los policías no podían dejarlo a su suerte y lo terminaron por auxiliar. Lo llevaron de urgencia al hospital para hacerle un lavado de estómago —también conocido como lavado gástrico—, el cual consiste en un procedimiento médico en el que se introduce una sonda o un tubo en el estómago y se irriga con: agua, solución salina normal o al 50 por ciento, para eliminar un "tóxico" sin absorber. Regularmente es para pastillas, envenenamiento, etc., pero en esta ocasión fue para salvarle la vida al uniformado.
"Toca llevarlo al hospital para que le hagan el lavado", alegaron las autoridades que los confrontaron.

Habían acordado "ciertos pagos" con el comerciante extorcionado
De acuerdo con el medio local, Blu Radio, el sujeto en cuestión fue intimidado por los uniformados por el proceso judicial de un presunto delito sexual, al cual se le había vinculado hace mucho años. Para no ser detenido y llevado preso, le exigieron los dos millones de pesos mexicanos. Sin embargo, la familia del hombre no consiguió esta suma de dinero, por lo que los policías bajaron la cantidad a la mitad. Si bien la persona extorsionada reunió la cantidad solicitada, lo llevaron hasta la Estación de Policía. Acordaron con la víctima pagos de 500 mil pesos mexicanos e irían semanalmente a cobrar el dinero restante.
Aquí fue cuando la esposa de la víctima denunció a los uniformados por extorsión y el caso quedó en manos del Grupo de Acción Unificada por la Libertad Personal (Gaula), un conjunto de fuerzas especiales de la Fuerza Pública de Colombia. Ellos se desplazaron hasta el local del hombre cuando los policías corruptos llegaron a recibir uno de los pagos. Al ser sorprendidos, uno trató de ocultar la evidencia, pues tenía literalmente los billetes en sus manos. De hecho uno de ellos decidió ocultarlo bajo un pasamontañas, en total era un fajo de ocho billetes de 50 mil y uno de 100 mil pesos colombianos. Quiso pasar desapercibido, "ajustándose la prenda".
Debido a que la maniobra no le funcionó —y al verse descubierto— se metió el efectivo en la boca. En los videos, uno de los uniformados le exige abrirla para dejarlo en evidencia, pero el hombre se negó y sin pronunciar palabra intentó tragar el efectivo. Finalmente se le llevó de urgencia al hospital.
“El material con que se realizan los billetes es fuerte, es papel moneda y no se digiere fácilmente. Incluso él trata de atorarse cuando ingiere los billetes, tenemos un video que demuestra eso y posteriormente con el pesar de las horas presenta una afectación estomacal que es la que motiva su atención médica”, contó el director de Fiscalías de Cundinamarca, Carlos Silva, a Blu Radio.

Los agentes corruptos fueron capturados por el Gaula, quienes los presentó ante un juez para imputarles los delitos de secuestro extorsivo y extorsión agravada. En cuanto al uniformado que se tragó los billetes será acusado penalmente por destrucción de material probatorio aunado a los demás cargos. Aunque ellos se negaron a aceptar los cargos y hasta fueron cobijados con medida de aseguramiento, como informó el fiscal, Silva a Noticias Caracol, la gravedad de sus delitos los sentenció a ser expulsados de la institución y una tentativa de prisión por hasta 30 años.