ARGENTINA

Cosechó uvas para costear sus estudios y logró graduarse como ingeniero

Cuando tenía 13 años, Joel perdió a su papá y tuvo que ingeniárselas para generar ingresos para él y su familia

MUNDO

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Créditos: Captura de pantalla

Cuando se tiene un sueño, por imposible que parezca, se puede conseguir. El emprendimiento y los grandes logros están llenos de historias que suenan casi imposibles, tal como la de Joel Sánchez, un joven que tuvo que afrontar golpes duros desde que era pequeño.

La muerte de su papá noqueó a toda su familia dejándola con una severa crisis económica. Su mamá se vio orillada a limpiar casas y él y sus hermanos encontraron trabajo cosechando uvas en fincas de San Martín, una de las ciudades más importantes de la provincia de Mendoza, Argentina.

Había que sobrevivir a todo eso y, además, ir al colegio a estudiar, por lo que tuvo que aprender a administrarse muy bien.

"Éramos menores y fue la única salida que encontramos para ganar dinero. La tarea era muy sacrificada pero aprendí mucho, le tomé la mano y pude terminar la secundaria", recordó Joel en diálogo con Los Andes.

El trabajo en la cosecha de uvas era severo y muy competitivo, la temporada iba desde diciembre hasta abril y, como se pagaba por la cantidad de uvas que había recolectado cada uno, había que luchar por cada peso.

Se levantaban a las 4 de la mañana y los llevaban hasta las fincas en la caja de un camión. La edad y su contextura física también les jugaba en contra: "Nosotros éramos muy chicos. No es lo mismo alguien alto y con fuerza que alguien bajito. Recién cuando cumplí 17 comenzamos a cosechar a la par de los más experimentados".

En abril, cuando terminaba la época de la cosecha, Joel volvía a clases y, después del colegio, trabajaba en otro lugar: un taller de chapa y pintura.

Una vez que terminó los estudios equivalentes a la preparatoria, Joel quiso continuar estudiando, pues su sueño era convertirse en ingeniero; aunque de antemano sabía que sería duro porque no podría dejar de trabajar, se animó al desafío y se anotó en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), una institución pública de Argentina.

De la escuela pasó a la universidad y de la finca, saltó a la firma constructora José Cartellone, que contrataba pasantes.

No obstante, esta empresa entró en crisis y debió reducir personal. Perdió el empleo, pero su situación ya era otra. Los conocimientos que había adquirido en la facultad ya lo posicionaban en el mercado laboral y, aunque aún no tenía el título, otra compañía lo contrató como ingeniero: Cartocor.

El 2 de agosto de 2021, Joel rindió en la UTN "Proyecto Final" y escuchó la frase más esperada durante 5 años: "ya eres ingeniero electromecánico". En cuanto se graduó, las cosas empezaron a cambiar para Joel, lo ascendieron y hoy ya es todo un profesional que inspira a miles de jóvenes que se encuentran en la misma situación, pero principalmente a sus hermanos más pequeños.

El ingeniero fue contratado por Ternium, una compañía productora de acero que pertenece al Grupo Techint y el mes pasado se mudó a la Ciudad de Buenos Aires.

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