PIENSA JOVEN

Cómo la invasión rusa impulsará a la expansión de la OTAN

Los países nórdicos siempre han sido una fuerza neutral en los conflictos con Rusia pero, ¿será que la creciente invasión de Ucrania cambie esto?

MUNDO

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Finlandia y Suecia se encuentran cada vez más cerca de unirse a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). La reciente invasión de Rusia a Ucrania ha provocado un interés público y político en ambos países de pertenecer a esta alianza militar intergubernamental. No obstante, esto no ha sentado muy bien con Moscú. La semana pasada, el vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, Dmitry Medvev, amenazó con fortalecer su presencia militar en el Mar Báltico –un cuerpo de agua que comparte con ambas naciones. Durante las últimas tres décadas, el Kremlin ha querido regresar a “los días de gloria de la Unión Soviética” y volver a posicionarse en la arena internacional como superpotencia. Por lo tanto, la expansión de la Alianza Atlántica cada vez más cercana a Oriente es considerada por los rusos como una intromisión a su zona de influencia y como una amenaza para sus intereses y seguridad nacional.

Históricamente, Finlandia y Suecia han mantenido relaciones cordiales –pero no necesariamente amistosas– con Rusia. De acuerdo con Ian Bremer en Time, es pertinente recordar que antes y después de la Segunda Guerra Mundial, Finlandia y la Unión Soviética pelearon dos guerras que terminaron en un estancamiento. Por consiguiente, Finlandia pudo mantener su independencia a cambio de prometer mantenerse neutral durante la Guerra Fría. Paralelamente, la neutralidad de Suecia en conflictos bélicos ha sido un pilar angular de su política exterior por más de 200 años. Ambos países se unieron a la Unión Europea después de la caída de los soviéticos en 1989. Sin embargo, no vieron la necesidad de formar parte de una alianza de defensa colectiva como la OTAN. 

Esto cambió con la anexión rusa de Crimea de 2014, pues motivó a ambas naciones a construir relaciones de cooperación con la OTAN, pero no hubo suficientes incentivos para buscar la membresía hasta ahora. Ha habido un creciente número de votantes en Finlandia y Suecia que consideran que es urgente tener protección de un sistema como el del bloque transatlántico. Después de todo, Moscú ha agredido repetidamente a Lituania, Letonia y Estonia, antiguos sujetos federales con los que comparte frontera y miembros de la OTAN. Al mismo tiempo, la no-alineación no fue suficiente para evitar una intervención en Ucrania, Estado que también comparte frontera con Rusia. Ahora bien, Finlandia es un país miembro del bloque europeo que comparte una frontera de 1,300 kilómetros con Rusia que no tiene garantías de seguridad. De igual manera, Suecia se ve en la necesidad de reconsiderar su neutralidad por las recientes tensiones. 

Actualmente, los políticos finlandeses y suecos se encuentran debatiendo sobre el prospecto de ser miembros de la OTAN. Según Al Jazeera, una encuesta de opinión del miércoles pasado demostró que el 57% de la ciudadanía de Suecia estaba a favor de unirse al bloque transatlántico en comparación con el 51% de marzo. A su vez, la población que se oponía redujo de 24% a 21%. Por su parte, Finlandia ha mantenido un margen de aprobación de ser parte de la Alianza Atlántica entre 20%-30%. Empero, Yle News –un medio de comunicación finlandés– reportó que los eventos del pasado 24 de febrero en Ucrania propiciaron un aumento al 62%. Hay gran posibilidad de que el bloque transatlántico se expanda nuevamente. Por ende, es poco probable que la fricción entre Occidente y Oriente se enfríe pronto. Consecuentemente, es posible esperar una política exterior rusa más activa y agresiva, con mayores demandas para desescalar sus embestidas.

IL