Un mes después de la invasión militar a Ucrania, los rusos padecen una ola de sanciones occidentales sin precedentes, su economía entró en crisis, escasean las medicinas y otros productos básicos; todo ello, sin una victoria de las fuerzas rusas.
Pero, todo indica que Rusia está dispuesta a dejar una Ucrania en ruinas, con ciudades destruidas, una infraestructura devastada y una economía destrozada.
Analistas militares en Occidente descartan la posibilidad de una victoria rusa, que se esperaba ocurriera con rapidez, luego de iniciada la invasión, el 24 de febrero.
El fracaso se debe, según expertos, a problemas en la planeación del ataque, en su conducción, en su ejecución... La campaña inicial culminó sin alcanzar sus objetivos y aún ahora seguía sin lograr la ocupación de ninguna ciudad ucraniana de importancia.
Para los analistas, "Moscú subestimó la fuerza de la resistencia de Ucrania y el grado de desafíos militares internos, que incluyeron un plan mal construido, problemas de moral entre soldados y complicaciones logísticas ".
Lo que no está claro es la intención rusa y si continuará con un plan maximalista para capturar toda o la mayor parte de Ucrania. Eso demandará más recursos.
"Si siguen el plan maximalista, será especialmente difícil para los rusos mantener y controlar el territorio ucraniano e instalar un régimen prorruso sostenible en Kiev", indicó Peter Layton, autor del libro Grand Strategy.
"La sabiduría convencional era que el Ejército ruso tenía todas las ventajas: números, tecnología, posición, dominio de información, tácticas y oportunidad", dijo Dan Gouré, del Lexington Institute.
Se esperaba, simple y llanamente, el colapso del Ejército ucraniano, la implosión de su gobierno y una bienvenida de salvadores a las tropas rusas.
Mientras, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, llamó "guerra relámpago" a la andanada de sanciones occidentales que han aislado su país hasta límites insospechados y le obligaron incluso a suspender durante casi un mes sus actividades bursátiles.
MAAZ
