Durante las últimas semanas, Afganistán se ha convertido en uno de los temas de conversación más importantes a nivel internacional debido a la llegada de los talibanes al poder. La comunidad mundial ha permanecido pendiente de la situación que se vive en dicho país del Medio Oriente, especialmente en las mujeres y niñas, quienes se han convertido en la población más vulnerable en esta crisis humanitaria.
De acuerdo con la interpretación de la ley Sharía por parte de los talibanes, a las mujeres se les prohíben una serie de actividades entre las que se encuentran ir a la escuela después de los 10 años, salir de casa sin la compañía de un hombre de su familia, hablar o reírse en voz alta, ser tratadas por doctores hombres, trabajar, estudiar en cualquier área científica, usar cosméticos, hacer ruido al caminar, entre otras cosas.
Así viven las mujeres en Afganistán
La BBC logró recopilar el testimonio de una estudiante que, perseguida por los milicianos, aseguró que sus sueños fueron reemplazados por miedo, una sensación que no se puede expresar con palabras. Por razones de seguridad, el nombre de la mujer entrevistada permaneció anónimo. Desde la llegada de los talibanes a Kabul, la capital, la universitaria aseguró que todos sus sueños, trabajo, dignidad y hasta su existencia como mujer están en peligro.
Consciente de la crisis que se vive en su país, la joven contó que no se sabe en cuánto tiempo irán a recorrer la región para registrar las casas y llevarse a las niñas, probablemente para abusar de ellas. Sin embargo, dispuestas a no pasar por esa situación, la universitaria y sus amigas han decidido suicidarse en cuanto los talibanes lleguen a sus hogares, pues prefieren morir antes que enfrentarse a una situación como esa.
Nunca pensaron que llegarían a Kabul
De acuerdo con la mujer entrevistada por la BBC, gran parte de la población jamás imaginó que llegarían a tomar Kabul, por lo que la vida parecía seguir de la misma manera. Hasta hace dos meses, la estudiante solo estaba preocupada por estar lista para su siguiente semestre en la universidad. Sin embargo, después de la toma de Mazar-i-Sharif que se enteraron de la llegada de los talibanes a la capital.
Como si se tratara de un nuevo confinamiento, todas las familias se quedaron en casa, no había tiendas abiertas y los cambios a nivel económico eran evidentes. La joven en cuestión, por su parte, afirma que debió quemar todos sus papeles y documentos certificados, escondió sus libros, cerró sus perfiles en redes sociales, pues no desea que los talibanes posean ninguna prueba ni indicio de que estaba desobedeciendo la ley. A pesar de que los mismos talibanes aseguraron en una conferencia de prensa que respetarán los derechos de las mujeres, la universitaria está segura de que mienten.