Afganistán se encuentra en el ojo del huracán después del derrocamiento del gobierno por arte del régimen talibán hace unos días, por lo que el mundo sigue de cerca la forma abrupta en la que salieron de Kabul de todos los diplomáticos. En esta ocasión fue un futbolista quien contó algunos aspectos de cómo se está viviendo y que sigue para el país asiático en estos momentos de cambio.
En una entrevista para Marca, el jugador de fútbol de primer nivel afgano reside en una ciudad tomada por los talibanes de hace varios días contó cómo se está viviendo y lo que se espera en estos momentos del país y el rumbo que puede tomar. Lo que vive el interlocutor podría ser la situación que están viviendo muchos otros afganos.
Dentro de las declaraciones contó algunas de las bondades del régimen talibán, misma que está volviendo a tener el país asiático en estos primeros días de cambio; además de dejar claro que en estos días no han puesto obstáculos para que la gente pueda seguir con la vida normal.
“Creo que vamos en la dirección correcta hacia la paz. Ahora mismo en mi ciudad todo está en orden en las manos de los Talibanes, quienes no han puesto obstáculos a la vida normal hasta ahora”, explicó el jugador, mismo que Marca decidió no revelar su nombre.
Una realidad oculta
La realidad es que a lo largo de la conversación todo parecía perfecto, pero cerca del final de la entrevista, el deportista reveló un dato que rompió con todo el esquema, ya que dijo que la única forma para que los afganos sean felices tienen que ir al extranjero.
“Mi familia y yo lo que queremos es vivir en un sitio de paz y tranquilo, y eso, por desgracia, sólo se puede encontrar en el extranjero. Aquí nadie nos puede prometer esas simples condiciones. Lejos de pedirle limosna, le pregunto, ¿hay algo que pueda hacer usted por nosotros?”, dijo.
La preocupación más grande para el futbolista es que acaba de ser padre de una pequeña, por lo que es lo más importante para él y busca que su niña no vea este tipo de situaciones cuando crezca en el país. Además de asegurar que en estos momentos la situación está tranquila, pero no tiene buenas sensaciones y el miedo es constante, tanto que la semana pasada nadie se atrevió a salir a la calle.
Una preocupación deportiva
Para el atleta la única preocupación hasta el momento tiene que ver con el fútbol, ya que espera que el nuevo régimen no se meta mucho con la Federación Afgana de Fútbol, ya que en caso de hacerlo iría contra las normas de la FIFA y recibirían una sanción.
