A partir de este domingo, uno de los temas recurrentes en la agenda política ha sido las manifestaciones de Cuba por la crisis sanitaria y económica. La diversidad de opiniones ha acaparado el discurso de las fuerzas políticas y, sobre todo, en las redes sociales.
Sin embargo, entre los argumentos hay un elemento que resalta: el uso del iPhone para opinar. Algunos de ellos aseveran que es hipócrita criticar desde este teléfono móvil, que destaca por su alto costo en el mercado, y ser partidario de las causas de izquierda.
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“Pregúntele a esos que andan tuiteando desde un iPhone defendiendo al régimen Castrista, si se animan irse a vivir para allá de forma indefinida y en las condiciones de cualquier otro cubano. Si responden con honestidad, dirán que no. Ahí se darán cuenta de lo hipócritas que son”, escribió un usuario en Twitter.
“De risa, casi todos los que atacan el Capitalismo como el peor enemigo de la humanidad y envían tweets desde su odiado iPhone capitalista… En fin… la hipotenusa…”, satirizó otra usuaria en la misma red social.
¿Es válido el argumento?
Desde el lado académico, la respuesta es no. Este tipo de opiniones son una falacia (un argumento incorrecto, pero psicológicamente persuasivo) contra la persona circunstancial de autocontradicción.
Es decir, según un artículo de la UNAM, esta falacia se comete cuando decimos que cierta aseveración es falsa, porque quien la sostiene hace justo lo contrario de lo que dice. Se critica la incongruencia de la persona, pero nada se dice respecto a la falsedad de su aseveración.
Un ejemplo de este argumento sería: “Mi mamá se la pasa repitiéndome que debo estudiar una carrera universitaria para ser alguien en la vida, pero eso ni ella misma lo cree, con decirte que ella ni la primaria terminó”.
A su vez, para el columnista Ricardo Zamora, las opiniones vertidas en Twitter sobre los iPhone y los izquierdistas “es un argumento híper reduccionista y falaz que suele utilizar la gente de derecha para ‘evidenciar una contradicción donde no la hay’”.
En su texto en el sitio Contexto, el columnista explica que el Capitalismo y los demás sistemas políticos no se diferencian por la producción, sino por la repartición de la riqueza. Por lo tanto, asegura, nadie queda exento de la “acumulación de bienes materiales a costa de la explotación del trabajo de otras personas”.
En ese sentido, Zamora considera que no existen productos “más éticos” o “más coherentes” con X o Y ideología. En el artículo, titulado ‘Si tu ideología es de izquierda, no podés tener iphone’, “son simples productos útiles para el ser humano, los cuales, en última instancia, representan una exteriorización del trabajo humano y deben entenderse meramente como objetos carentes de moral; como simples expresiones de la actividad física humana”.