La mañana de este viernes, el Palacio de Buckingham informó a través de sus redes y sitio oficiales la muerte de Felipe de Edimburgo, esposo de la reina Isabel II de Inglaterra. Padre de 4 hijos, siempre ha causado polémica su relación con su primogénito y sucesor al trono, el príncipe Carlos.
Carlos, príncipe de Gales nació el 14 de noviembre de 1948, primer hijo de la reina Isabel II del Reino Unido y su esposo el príncipe Felipe, duque de Edimburgo. El heredero al trono recibió el título oficial de duque de Cornualles y, desde 1969, príncipe de Gales.
Además recibió, los títulos históricos de duque de Rothesay (título oficial en Escocia), conde de Carrick, barón de Renfrew y señor de las Islas (asociados al ducado de Rothesay), y conde de Chester.
Felipe de Edimburgo y su relación con su primer hijo
Hay quienes aseguran que las personas cercanas a la Familia Real han mostrado su preferencia para que la princesa Ana, segunda hija del matrimonio de la reina Isabel II y el príncipe Felipe, ocupe el trono, en vez de su hermano Carlos, entre ellos su padre.
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Retratado en la serie The Crown, de Netflix, y sabido por muchos, el duque de Edimburgo ha mostrado un favoritismo por su única hija, de personalidad valiente y astuta, con gusto por los deportes y considerada un reflejo de su padre. Muy distinta a Carlos, quien ha sido mayormente comparado en personalidad con su madre.
Cuando el príncipe de Gales se convirtió en adulto, dejó saber a los medios locales el trato que recibió en los primeros años de su vida, confesando su enojo con su padre. “La enérgica personalidad de mi padre me tenía totalmente intimidado, sus regaños constantes me llevaban a las lágrimas”, declaró.
Personas cercanas a la monarquía de Inglaterra, afirman que Carlos siempre fue sensible y el menosprecio de su padre fue algo que le afectó desde niño. Cuando el príncipe Felipe de Edimburgo recibió la noticia de su nacimiento, entró a la habitación, lo cargó en brazos y pareció indiferente, cuentan.
El duque conoció muy poco de los primeros dos años de vida de su hijo. Al volver de su servicio en altamar le enseñó a disparar, cazar y nadar, pero siempre se sintió "intimidado por la enérgica personalidad de su padre”, contó el príncipe en alguna ocasión.
Felipe insistió que su hijo debería estudiar en Gordonstoun, un colegio que se caracterizaba por su estricto trato con los alumnos, Isabel no lo acompañó en su primer día. Carlos lo calificó como “una sentencia en prisión”. Pero, a pesar de todo, siempre buscó la aprobación de su padre.
Actualmente llevan una mejor relación, pero han quedado las marcas de lo que fue una relación áspera en la infancia del príncipe de Gales.
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